El Juzgado Anticorrupción del Santa sentenció al exgobernador regional de Áncash, César Álvarez, a cuatro años de cárcel y el pago de una reparación civil de 200 000 mil soles por el delito de corrupción, en la modalidad de colusión simple.
Los otros procesados por el caso, Carlos Peralta Ruiz, Víctor Francisco Córdova Gonzáles y Edmundo Cornejo Muñoz, fueron absueltos al no poder probarse su implicancia en el delito y no encontrárseles responsabilidad penal. Así también, el juez Joseph Arequipeño precisó que no hubo sobrevaloración.
El delito cometido por Álvarez fue haberse coludido con un representante de la empresa SISA para la elaboración del perfil técnico del Proyecto Especial de Chinecas.
El exgobernador también ha sido condenado a 8 años de cárcel por colusión agravada por la coima que recibió de Odebrecht 2 millones de dólares para recibir el proyecto de la carretera Chacas-San Luis. Álvarez apeló la sentencia y esta será vista por la Sala Penal de Apelaciones Nacional Anticorrupción, que ya instaló la audiencia el lunes 16.
Ezequiel Nolasco
César Álvarez también es acusado de ser el autor mediato del asesinato del concejal del Gobierno Regional de Áncash, Ezequiel Nolasco, quien venía denunciándolo por corrupción. En 2010, Nolasco recibió tres balazos de sicarios, el ataque mató a su hijo político, Roberto Torres Blas, quien recibió un balazo en la cabeza.
Álvarez manejaba una red de corrupción que era blindada por políticos, jueves, abogados, policías y un grupo de sicarios que mataban políticos y testigos con el fin de asegurar que sus cómplices puedan coludirse con empresas corruptas para entregar obras de construcción. Esto se llegó a conocer como el caso La Centralita, el local en donde realizaban espionaje telefónico a sus enemigos políticos.