Por Carlos Bedoya
Las mayoría de oficinas registrales de Lima y Callao del Registro Nacional de Identificación y Estado Civil (Reniec) no han abierto hoy, 17 de diciembre, como todos los días, formándose piquetes de trabajadores en sus puertas. El motivo: el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), que dirige Carlos Oliva, les ha dicho que es inviable cumplir las sentencias judiciales con carácter de cosa juzgada que favorecen a 271 trabajadores.
El MEF se resiste específicamente a crear el aplicativo solicitado por el propio Reniec para incorporarlos a la planilla de la institución, dándoles acceso a todos sus beneficios sociales tras cuatro años de pleito en los tribunales.
Además, el MEF considera ilegal cumplir el laudo arbitral derivado de la negociación colectiva entre el Reniec y su personal que requería de 7 millones de soles en total para cumplirse.
Dicho pedido iba junto con el de las planillas en un contexto donde Oliva ha emprendido una cruzada para eliminar la reposición laboral como reparación contra el despido arbitrario, argumentando reducción de la informalidad laboral en pequeña y mediana empresa, pero apuntando claramente a la libertad sindical, negociación colectiva y derecho a huelga. Algo muy conveniente para grandes empresas que tienen que lidiar con trabajadores organizados debido a que la jurisprudencia del Tribunal Constitucional ordena reponer.
Ahora Oliva ha decidido retar al Poder Judicial poniendo obstáculos al cumplimiento de sus sentencias en el caso de los trabajadores del Reniec. En efecto, el rechazo tajante al pedido tocó hacerlo a la Directora General de Gestión de Recursos Públicos del MEF, Adriana Mindreu, mediante Oficio N°4225-2018-EF/53.01 dirigido al Gerente de Talento Humano del Reniec, Héctor Rojas, el miércoles 12 de diciembre.
Ni bien los sindicatos del Reniec conocieron la decisión MEF empezaron a realizar piquetes en la puerta del ministerio pidiendo el respeto a laudos y sentencias. El piquete del 13 de diciembre es el germen de una escalada de protesta para hoy y los próximos días, pues los trabajadores del Reniec ya han agotado toda la ruta de las leyes y las cortes peruanas para obtener sus derechos a los largo de varios años.
Ya no hay nada que decidir. El problema es que no se quiere cumplir una cosa juzgada con fuerza de ejecución en un país donde el MEF parece mandar sobre todo lo demás, así se trate del Poder Judicial o de un organismo constitucional autónomo como es el Reniec, tan importante para los procesos electorales, pues mantiene actualizado el padrón electoral.
El MEF pone toda la arquitectura legal que ha desarrollado desde los noventa (leyes y normas de presupuesto, equilibrio, etc.) por encima de derechos humanos fundamentales como la negociación colectiva (Art. 28 de la Constitución) o la propia Ley Orgánica del Poder Judicial.
¿Rumbo a un paro?
Tras las primeras medidas de protesta, la Junta directiva del Sintrareniec convocó por correo electrónico a todos sus afiliados a la asamblea general extraordinaria del 14 de diciembre.
Allí se acordó realizar un paro de 24 horas el lunes 17. Para ese momento ya habían coordinado con los otros tres sindicatos: UNIR, Sinair y Sinatrec.
Ese mismo día empezó a circular por WhatsApp una imagen con la convocatoria del paro de 24 horas. Sin embargo, fuentes internas del Reniec informaron que el Jefe de la institución se había comprometido a hacer los últimos esfuerzos por coordinar con el MEF y evitar una medida tan complicada como paralizar la institución que se encarga de un servicio tan importante como es el de la identificación. Todos los días se procesan entrega de documentos que son indispensables para viajar, realizar trámites bancarios y múltiples transacciones privadas, para presentarse ante las autoridades, etc.
El acuerdo final de los trabajadores del Reniec ha sido empezar con una atención restringida, pero lo estamos viendo hoy es una paralización total en la atención al público. Veremos cómo se desarrolla en adelante y si su desenlace logra poner a la defensiva a un ministerio y una tecnocracia que no parecen sintonizados con el espíritu reformista del referéndum representando más bien el rezago de un modelo en crisis. Un rezago bastante autoritario como vemos en este caso.
En el ánimo pos-referéndum de anticorrupción y justicia, es posible calcular que la protesta que inician los trabajadores de Reniec hoy, sea de las primeras en construir un escenario ya no de reforma política solamente, sino de reivindicación por derechos sociales.
Cuando El Comercio dice en su editorial “Capital Semilla” que “el gobierno ha obtenido en el referéndum un respaldo que excede el terreno de las materias consultadas y debe aprovecharlo”, refiriéndose específicamente a la reforma laboral pro-empresariado que quiere conseguir, no advierte que ese exceso de materias no solo puede beneficiar a los que mandan, sino que abre posibilidades a diversos sectores sociales.
Una pugna de ese tipo haría bastante difícil a un presidente con apoyo plebiscitario como Martín Vizcarra moverse solo al ritmo de las élites del poder económico.