Sonia Bertotti trae su ópera prima, “Al Impenetrable”, a la Competencia Internacional de Largometrajes del 7° Insólito Festival de Cine Fantástico, un drama de horror rural con denuncia política de la situación de extrema precariedad que viven las comunidades en el interior de El Chaco, provincia argentina que cuenta con una de las mayores poblaciones originarias del país integrada por wichís, qom y mocovíes, situadas en la región del bosque nativo llamado El Impenetrable, que ocupa más de 4 millones de hectáreas de la zona norte de El Chaco, afectado por la deforestación y la explotación de mano de obra indígena de empresas foráneas.
En “Al Impenetrable”, tres periodistas se trasladan a una comunidad indígena para realizar un reportaje sobre la situación que viven, ellos acampan en la zona y se vinculan con la población, pero un día encuentran que la comunidad está vacía, ahí comienza una travesía desesperada por salir del monte sin ninguna orientación. Perdidos, sin comida y agua, deben encontrar la salida del monte antes que los aterradores secretos que esconde el Impenetrable, los atrapen.
Dentro del cine de género, “Al Impenetrable” puede inscribirse en los subgéneros de terror social, horror rural o ecoterror, películas que narran situaciones vinculadas a la devastación real que generan empresas extractivas que consumen y destruyen territorios, sobre todo de poblaciones originarias, indígenas y campesinas, frente a la indiferencia del Estado y la sociedad, pero que suelen estar enfocadas en la respuesta de la naturaleza frente a estos latrocinios.
Pero aquí el horror no proviene de alguna criatura sobrenatural, sino que el monstruo es el capital, la actividad humana, el lucro, la codicia y el olvido. Las buenas intenciones del equipo periodístico se ven truncadas por su vulnerabilidad hacia un mal mayor: ellos mismos y el miedo natural a perderse sin encontrar salida, a morir en un lugar lejos de todo lo conocido, o a ser asesinados por mafias que deshumanizan y violan territorios, todo ello aunado a la incomunicación, el vacío, la distancia y las condiciones extremas del lugar, lo que la directora sabe ambientar adecuadamente con esa cámara en mano ansiosa y turbulenta que nos recuerda clásicos del metraje encontrado como “El proyecto de la bruja de Blair”. El Impenetrable puede ser un espacio inhóspito y escalofriante, pero el infierno somos nosotros.
Ganadora a Mejor Película de la Competencia Argentina en el Buenos Aires Rojo Sangre 2023, el jurado compuesto por Lina Durán, Alberto Fasce y René Leda consideraron de ella que es “una distopía realista, una denuncia y una obra muy auténtica que sobrepasa lo sobrenatural con el mismo terror social, en un bosque inmenso, impenetrable, pero que no alcanza a ser el monstruo verdadero, porque los monstruos están entre ellos, entre la sociedad capitalista y podrida, y los monstruos también son ellos mismos, los protagonistas histéricos, paranoicos, ansiosos, egoístas”.