El cantautor español Camilo Sesto (1946) falleció el 8 de setiembre a los 72 años debido a un fallo renal, y muchos empezamos a recordar la primera vez que alguna canción de él marcara nuestras vidas.
Un ejercicio que no es muy difícil si consideramos que muchxs crecimos con madres que adoraban escucharlo a través de Radio A, mientras cocinaban y lloraban repitiendo sus letras peor que si cortaran cebollas.
Y también crecimos con padres/tíos/primos que hacían mofa de su forma de cantar, mirar, hablar, pararse y bailar porque muy masculino no era, pero su guapura compensaba los amaneramientos, que podían pasar por algún tipo de forma de ser artística “muy española”.
Pero lo cierto es que prácticamente todas las canciones de Camilo Sesto tenían un subtexto que podía representar fielmente las vivencias amorosas de las personas homosexuales en tiempos de dictadura franquista, e incluso en democracias nunca bien asentadas en los países de América Latina.
Ese subtexto fue por mucho tiempo interpretado por las personas LGTBI como una forma de resistencia frente a la fuerte opresión estatal, cultural, legal y social en la que se vivían los amores disidentes: “a escondidas”, porque hacerlo de forma visible era arriesgarse a ser violentados, humillados y marginados. El mismo Camilo Sesto, probablemente, hubiera acabado su carrera artística ahí mismo si revelaba de qué trataban sus canciones, aunque a buen entendedor, pocas palabras.
En la presentación de Piel de ángel, Camilo dice esto: “Hay gente afortunada que puede amarse tranquilamente a la luz del día y también por la noche sin mentir a nadie, de cara al mundo, de cara al amor, pero sin embargo, también hay gente que tiene que amarse de un modo especial, a escondidas, mintiendo al mundo, conociéndose ellos, y a esa gente yo les he escrito una canción que se llama Piel de ángel“.
“Somos conversación predilecta
de gente que se cree perfecta,
somos de esos amores
prohibidos a menores,
por ser como son”.
En la presentación de Miénteme, Camilo hace la siguiente afirmación: “Y la última que está sonando en estos momentos se llama Miénteme, que es una canción de una situación muy actual sobre todo en algunos sectores, y es una canción viva, y es la última que… Miénteme se llama”.
“Hace tiempo que ocultamos
cada uno su otro yo
hace tiempo que fingimos por no hablar
cuando hacemos el amor”.
Quién que no hubiera caminado “perdido entre dos aguas” no se sentiría representado por sus palabras.
“Camino
perdido entre dos aguas
sintiendo que
ya no te importo nada”.
Amor libre es toda una declaración de intenciones a vivir con libertad y sin miedos.
“Libérate y entrégate
libérate y olvídate
todo esto
es amor…Amor sin barreras
amor sin fronteras
amor de un amigo
amor libre”.
Y por último, pero no por ello menos revelador, esta canción que todos podemos cantar en karaokes porque “dios así nos creó”.
“Con razón o sin razón
entre dos que se hablan de amor
uno quiere y el otro se deja querer
ese soy yo”.
Camilo Sesto no pudo ser totalmente libre, no pudo decir abiertamente “soy gay”, pero nos dejó un legado de canciones sobre el amor incomprendido para todos aquellos que aún viven en penumbras, pero que ya no pueden más y están hartos de rodar como una noria.