- Este viernes 16 de septiembre a las 7:00 pm se inaugura la muestra organizada por el colectivo artístico arequipeño Quipa, que ha reunido a 20 artistas.
- La exposición ha sido curada por Marlene Portugal y estará del 16 al 30 de septiembre.
Desde Arequipa, la Colectiva de Arte y Punto de Cultura QUIPA anuncia que 20 artistas mujeres se han reunido para la exposición colectiva “Historias Enlazadas”, que se inaugura este viernes 16 de septiembre en la Galería de Arte Martín Yépez, ubicada en el Centro Histórico de Lima.
La exposición plantea un recorrido emotivo por colores y formas que ponen de manifiesto el imaginario personal y colectivo de las artistas congregadas, quienes, a través de un viaje imaginario por parajes internos, naturales y urbanos, buscan reflexionar sobre las circunstancias en las que fueron concebidas.
La muestra podrá ser visitada desde el 16 de septiembre hasta el 30 de septiembre del presente año en la Av. Nicolás de Piérola 938, Centro de Lima, de 11 am a 5 pm.
Las artistas
Ana Karina Barandiaran @anakarina.barandiaran
Milagros Chapilliquen @chapilliquen_milagros
Janise Pinto @janisepinto.art
Sahory @sahory_eemm_art
Diana Vela @diana.vela_onque
Flori Bandini @flori.bandini.fine.arts
Janina Trujillo @janina_trujillo
Marita Chávez @marita.chp
Daniela Mendoza @_chola____
Conny Lazarte @connylazartephoto
Cristal Luque @cristalluque.art
Sol Alejo @sol_alejo_arteperu
Vanesa Lima @vanesalimasalazar
Karina Aguilar @karina.aguilar8
Dayana Cáceres @artist_dayana_.caceres
Neufa Q. @kichkanue
Sonia Arauco @soniaarauco
Nicole Lazarte @laz_arte98
Verónica Torocahua @vekaronica
Texto curatorial
Biografías
Cada diminuto segmento de vida aterrizado en este diminuto segmento de universo, relata una historia ─dicen─ única e irrepetible… no obstante, al mismo tiempo cada ser perviviente lleva consigo atavismos de una memoria que, aunque «propia» ─inevitablemente─ no deja de ser colectiva, impermanente, permeable, remota y volátil. Será esta la razón por la que los seres humanos somos tan distintos y a la vez tan similares.
Pero por qué una muestra artística nos hace pensar en atavismos y en memoria colectiva. Será quizás porque cada imagen lleva tatuado un ADN, una marca ancestral, pero también un aprendizaje presente y futuro, que se vuelve secuela, la sombra ineludible del estupor, del miedo, de la inconformidad, de la carga psicológica, cultural y social a la que todos estamos sometidos o expuestos.
Las obras de esta muestra apelan a un «yo hipersensitivo». No solo exigen observar, sino oler, tocar, escuchar y degustar. Cada imagen apela a todos y cada uno de nuestros sentidos, en una sinfonía acelerada de texturas, colores, aromas y temperaturas, gritos y susurros, asperezas y blanduras… Nos reafirma, en su diversidad, la exuberante complejidad con la que observamos el mundo y este nos observa a nosotros.
El arte, desde siempre, se ha ufanado de usar el mismo material con el que están hechos los sueños y las pesadillas: el inconsciente, esa sustancia etérea e infinita que se modela en la mente y atraviesa todos los sentidos, ha sido y es el soma de los artistas. De este modo, la presente exposición es una suerte de menú con diferentes platillos e ingredientes, disímiles capturas de una biografía, de un retazo de memoria. El fragmento de un imaginario en ebullición, la narrativa de la fugacidad atrapada en una pintura, en una foto o una cianotipia.
La expresión genuina de estas mujeres artistas, hecha protesta, deseo, dolor, inquietud o sosiego, cumple con rigor la famosa frase de que un ser humano no está hecho de una sino de varías biografías.
Marlene Portugal