Estoy preocupado porque ojalá el año 2000 el Perú no esté más fregado. De pronto miro una mesa larga de kilómetros y kilómetros y en esa mesa están comiendo todititos los niños pobres. – “Gusano” describiendo su sueño en Juliana (1989).
A propósito del reestreno en salas de cine comerciales de Juliana, la película de 1989, una de las mejores en la historia del cine peruano, apuntamos algunos aspectos que la hacen relevante, treinta años después, incluyendo el hecho de ser este el primer reestreno en cartelera regular de una cinta nacional. Información de salas y horarios en este enlace.
Impacto y vigencia
Quienes crecimos en las décadas de los ochenta y noventa recordamos con vividez y afecto esta película, en especial por la valiente e impetuosa Juliana (Rosa Isabel Morffino), líder de una revolución. Juliana fue en un éxito de público en 1989. Después, las consecutivas reemisiones televisivas consolidaron su presencia en el imaginario colectivo y popular. Inédita era la historia de la niña Juliana que huye de su hogar, se corta el pelo y se disfraza de “Julián”, para así poder unirse a una tribu de niños de la calle en Lima. Frases y momentos célebres se desprenden de la película. La sola escena de Juliana mirándose al espejo se adelantó a la discusión de los temas de identidad y género.
Representación
Juliana divierte y conmueve por partes iguales e interpela al Perú de hoy. Respira actualidad a 30 años de estrenada debido a los problemas sociales irresueltos. Juliana es una de tantos niños y niñas del Perú que sufren maltrato. El ser niña le da menos oportunidades aún. Ella y su madre sufren abuso. El padrastro es el rostro del machismo. Luego se halla ante don Pedro, el explotador infantil. Juliana se rebela ante todo ello: es la primera niña feminista del cine peruano. Asuntos como racismo, marginalidad, violencia sexual y desigualdad son tocados asimismo. Lima a finales de los 80 es una ciudad de contraste entre modernidad y decadencia urbana, la capital de un país marcado por la hiperinflación y el terrorismo.
El Grupo Chaski
Juliana es el segundo largometraje del legendario Grupo Chaski, indispensable colectivo realizador de cine de preocupación social. Chaski venía de obtener reconocimiento con la neorrealista semidocumental Gregorio (1984) y Miss Universo en el Perú (1982), muy logrado mediometraje documental. Juliana fue dirigida por Fernando Espinoza (fallecido en 2002) y Alejandro Legaspi (1948), producida por Stefan Kaspar (fallecido en 2013), con guión de René Weber, todos miembros de la asociación, junto a Susana Pastor y Oswaldo Carpio. La ZDF de Alemania fue coproductora. Cuenta Legaspi que de la ZDF provino la propuesta de la niña protagonista, mientras el desarrollo del guión partió de una idea inspirada por Oliver Twist de Charles Dickens. La cinta fue igualmente bien recibida en festivales internacionales de cine.
Sus personajes
Entrañables. Como Rosa Isabel Morffino, la mayoría de los elegidos eran niños no actores, más de uno proveniente de las calles o de hogares transitorios; las escenas de sus testimonios frente a cámaras son las más reales y estremecedoras. Entre ellos están “Clavito”, el hermano de Juliana (Edward Centeno); “Moni”, el admirable músico (Edwin Alarcón), sus interpretaciones de Mis ilusiones e Isla para dos están entre los mejores momentos de la cinta); “Arañita” y “Pelé” (los hermanos José y Miguel Ballumbrosio); y el “Loco” (Elio Osejo), quien con sus anotaciones sabias se gana los corazones. Pero probablemente sean los villanos y sus matices los de mayor recordación, memes, remixes y referencias mediante. “Cobra” (David Zúñiga) es también una víctima, y don Pedro (extraordinario Julio Vega), que se presenta como protector siendo un autoritario y vividor de talante criollo, es un originador de dichos y delirantes relatos. Aligera la carga de la película la suma del carisma de los personajes y las secuencias identificables de escapismo onírico/fantástico.
Preservación y memoria
Gracias al nuevo concurso de preservación audiovisual del Ministerio de Cultura ha sido posible remasterizar Juliana y Gregorio. La labor la llevó a cabo la Asociación Guarango, conocida por su valiosa obra documental, a partir de un transfer digital de negativos fílmicos y una posterior limpieza de imagen y corrección de color. Los negativos fueron felizmente conservados por la Cinemateca Suiza. El resultado es notable y fue proyectado por primera vez entre aplausos en el 23 Festival de Cine de Lima PUCP. Cabe mencionar que este estímulo económico de preservación no contempla la distribución de la obra, en este caso la exhibición en salas de cine. Este proceso hace de nuevo patente la necesidad de una Cinemateca Peruana y la salvaguarda de la memoria audiovisual del país.
Video: Asociación Guarango