Mano Alzada
Cultura, Diario de una food lover

Oveja Negra: el nuevo paraíso de los panes con sabrosura y excelencia

9.0
Score

Pros

  • Los sándwiches son buenazos. Cada uno de ellos (vegetariano, con chanchito o carne de res) fue increíble y único, pues ostentaban un envidiable balance de sabores y de texturas.
  • El ambiente es tranqui, bien iluminado, con buena ventilación y libre de ruidos molestos.
  • La atención es cordial y buena onda.

Cons

  • La variedad de bebidas frías libres de alcohol. El jugo de naranja es refrescante y natural, pero si le sumasen más opciones a esta parte de la carta sería un golazo.

Final Verdict

Oveja Negra es el nuevo paraíso de los panes rebosantes de sabor y originalidad. ¿Y saben qué es lo mejor? Hay opciones para todxs (panes con pollito, carne de res y chanchito, así como alternativas vegetarianas con sazón de sobra) y si los degustas en un ambiente distendido donde se trabaja para ofrecer un buen producto y experiencia para los comensales, ya no ya. Oveja Negra es una parada imperdible para los amantes de los buenos sándwiches y comida en general. Simplemente imperdible.

Hey, al fin se terminó el ciclo. Pucha, no sé cómo terminé de hacer mis trabajos finales. Fue un milagro (¡ja!). Ahora que estoy más tranqui y no tengo que pensar en la universidad, les cuento que hace poco visité un local especializado en panes o sándwiches. Se trata de Oveja Negra (Av. Pardo y Aliaga, N° 658, San Isidro). Mi flaco fue quien me recomendó visitar este recinto, el cual ha abierto sus puertas hace solo unas semanas. Me comentó que en Oveja Negra se encuentran los mejores sándwiches de Lima. Yo lo miré y le dije “ya, vamos”. Como él se fue de viaje unos días, no esperé su regreso y visité Oveja Negra con Vero (la fotógrafa oficial de Diario de una food lover, ¡ya tu saaa!). ¿Quieres saber si los panes de Oveja Negra me encantaron tanto como a mi flaco? Pues sigue leyendo el post.


Vero y yo decidimos encontrarnos en Oveja Negra como a las 12. Milagrosamente, ella llegó primero. Me senté y se acercó Cristhyan Lucena, chef principal de Oveja Negra, a saludarnos. De inmediato nos ofreció la carta y nos propuso comenzar la visita con un jugo de naranja (8 soles).

La naranja de ese jugo estaba recién exprimida (como tiene que ser). Se sintió muy frutal, natural y refrescante. Además, resultó ser un acompañante ideal para todos los panes que probamos.

Les cuento que Oveja Negra ofrece panes con chanchito, pollito, carnecita de res y también presenta opciones vegetarianas. ¿Y saben qué? Decidimos continuar nuestra exploración gastronómica probando una de las alternativas veggies de Oveja Negra. Cristhyan nos recomendó probar un philly cheese sin steak (17 soles).


Ni Vero ni yo somos vegetarianas, pero déjenme decirles que el philly cheese sin steak no nos hacía extrañar la carnecita. El seitán, los pimientos y la cebolla estaban bien salteados, calientitos y conservaban sus propios sabores y texturas. Además, presentaban una sazón medio oriental, como hechas en un wok. El boconccinos fior di latte y el queso cheddar ayudaban a balancear los sabores y los pedazos de palta otorgaba cremosidad y frescura a cada bocado. Increíble. El philly cheese sin steak es un pan para todxs. No necesitas ser vegetariano para disfrutarlo. Yo no lo soy y lo volvería a probar una y mil veces. Un éxito.


Pero como Oveja Negra también ofrece panes con proteínas de origen animal, nos era inevitable probar su popular roast beef o pan Lucena (19 soles). Qué les puedo decir: carne de cuadril de ternera a punto rosado, con aceite de oliva y sal. Nada más. No necesita más, pues la estrella es la carne y este es el ingrediente que se destaca en cada bocado. Es un manjar para los carnívoros. La carne estaba suavecita, en su punto. Cristhyan nos comentó que para ofrecer este pan es necesario macerar la carne por 2 días. Así se garantiza que quede como si uno estuviese masticando nubes. Buenazo. Y lo mejor de todo es que no resulta empalagoso; sino súper ligero. De ahí que me anime a compartirles que el roast beef de Oveja Negra sea una opción sincera y sin mucha vaina. Imperdible.

Ahora le toca el turno a un pan con cerdito: el pezzo di rocco (18 soles). Se trata de cerdo especiado con hierbas, ajo, arúgula, aceite de oliva y sal. Se percibe el sabor a ajo y hierbas en cada mordisco. Acompañan muy bien la proteína. Me encantó y me conformó que en Oveja Negra tratan y preparan súper bien la proteína de origen animal que destaca en cada uno de los panes que ofrecen. El sándwich no necesitaba nada más. Estaba muy bueno. Ahhh, y me olvidé contarles que el pan en sí mismo sirve como una “camita” ideal que contiene a la perfección el relleno. No interrumpe los mordiscos, sino que sostiene y absorbe los jugos de los ingredientes. Yummy.


Hasta que llegamos a mi pan favorito. No me entiendan mal, los tres anteriores me encantaron, pero el nam (18 soles), pasu, me volví adicta. Se trata de un pan de origen vietnamita. Contiene char siu (cerdito tipo barbacoa oriental), verduras encurtidas (como pepinillo), salsa oriental y sal. Fue el pan más asiático que probamos, pues presentaba una amalgama de sabores. Se percibía dulzor, acidez, un sabor picante y salado en cada bocado. Y con el chanchito, uyyyy. Y con las verduras que le aportaban un crunchy extra a cada mordisco… ya no ya. Tienen que probarlo. Me lo agradecerán. El nam es un must dentro de la ruta panera de Lima. Punto.


Ya casi para terminar, Cristhyan nos ofreció un tostón caprese (12 soles). Contiene pesto de tomates confitados, boconccinos fior di latte, aceite de oliva, albahaca y sal. El boconccino fior di latte es una explosión en la boca. Muy fresco y ayuda a equilibrar el sabor del tomate confitado, el cual presenta una sazón medio dulzona, a pecanas y a aceite de oliva. Ligero y contundente al mismo tiempo. Muy bueno.


Para terminar, Vero y yo probamos el brownie (6 soles). Vino a la mesa tibiecito. Al morderlo, se sentía la costrita de chocolate. Yummy. Fue un postre muy casero, nada empalagoso y terminó siendo la manera perfecta de concluir nuestra exploración gastronómica.


Durante nuestra visita a Oveja Negra, conversamos con Cristhyan. Él fue quien creó las delicias que probamos. La verdad, la verdad, todo estuvo exquisito. Los insumos estaban súper frescos, el balance entre ellos era envidiable. No sobraba ni faltaba nada en los panes. Y como no iba a ser de otra manera si Cristhyan cuenta con 17 años de experiencia en el mundo gastronómico. Los panes con actitud de la carta son de su autoría. Cada uno de ellos ostenta su propia personalidad, con sabores que te remiten al chifa de tu cuadra, a tu hogar o a los viajes que podido realizar. De ahí que sea posible encontrar en Oveja Negra tu sándwich favorito, aquel del que te vas a volver un comensal incondicional. El nam fue el mío; el de Vero, el roast beef y estoy segura de que ustedes, mis queridos lectores, también encontrarán el suyo. Así que ya saben, cuando se aburran del pavo de las Fiestas, anímense a explorar Oveja Negra. Es una parada imperdible dentro del circuito gastronómico de la ciudad. Así de simple y sincero. Hasta la siguiente nota.

Dirección

Av. Pardo y Aliaga, N° 658 (San Isidro)

Horario de atención

De lunes a sábado, 7:45-22:00 h
Domingos hay descanso de personal. Que conste que les avisé.

¿Opciones vegetarianas?

Sí, la carta tiene una sección de panes vegetarianos como el philly cheese sin steak: ¡buenazo!

¿Delivery?

Sí, vía el app Domicilios.

Las precisas

*Los panes de Oveja Negra vienen con una guarnición de papitas fritas hechas en casa. Son crujientes y con el punto justo de sal.

*Si eres de sándwiches más tradicionales (como pan con chicharrón, butifarra o mixto), tranqui, pues en Oveja Negra también los encontrarás.

*Oveja Negra ofrece varias opciones de ensaladas. Yo vi una que se iba a otra mesa y el tamaño era descomunal. Ideal para el almuerzo.

*La carta de Oveja Negra presenta el dibujo de la proteína más destacada de cada uno de los panes. Además, hay una pequeña descripción de los demás ingredientes. Así el cliente puede realizar su pedido con la mayor certeza posible.

*En Oveja Negra también hay chelitas artesanales… uy, con el veranito… y con el sanguchito… ya no ya.

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