Pedro Chanel Pérez López estaba requisitoriado acusado junto con otros 12 exmilitares por las violaciones sexuales contra nueve mujeres en los poblados de Manta y Vilca en Huancavelica, entre los años 1984 y 1995, cuando pertenecían a la base militar de la zona.
Luego de 25 años, fue capturado en el distrito de Ate-Vitarte cuando ingresaba a un restaurante. Se confío y pensó que la policía ya no lo buscaba”, señaló el abogado Juan José Quispe, abogado del IDL que defiende a cinco de las víctimas, quien precisó que “este militar acusado tiene la condición de reo contumaz. Sabía que estaba citado para dar su testimonio en el juicio oral, pero no se presentó”.
El caso de Manta y Vilca es uno de los más emblemáticos pues desarrolla las acusaciones de nueve mujeres campesinas quechuahalantes que fueron violadas siendo adolescentes por los soldados de la base militar de la región Huancavelica. Cuando denunciaron los hechos fueron rechazadas por su comunidad, pues algunas quedaron embarazadas y tuvieron hijos de los violadores, quienes luego señalaron, con esta excusa, que habían sido parejas de las mujeres.
Violar a las mujeres de las poblaciones en donde tenían bases militares fue una estrategia de guerra asumida por las Fuerzas Armadas, que usaron los cuerpos de las mujeres como botín de guerra.
En 2019, la Tercera Fiscalía Superior Penal Nacional solicitó penas de cárcel entre 6 a 20 años para los militares enjuiciados, cuyos delitos son considerados como crímenes de lesa humanidad. En el caso especifico del ex militar detenido Pedro Chanel Pérez López, la fiscalía solicitó que se le imponga seis años de pena privativa de libertad.
Además, la fiscal superior María Carrasco solicitó que los acusados paguen entre 100 mil y 1 millón de soles por reparación civil para las agraviadas, que actualmente viven en extrema pobreza y con hijos producto de las violaciones.