Kalinin Percy Pereyra Díaz asesinó hace 20 años a la niña Luz Carmela Vásquez Sifuentes, de 13 años, que era explotada en su casa como empleada doméstica. El asesino urdió todo un plan para que la muerte de Carmelita quedara impune, con ayuda de la corrupción de la justicia en Cajamarca.
Primero, sin investigación alguna, internó el cuerpo de la pequeña en la morgue y dijo que había tenido un accidente doméstico. La madre de Carmelita tuvo que luchar un año contra la justicia para que el cuerpo de su hija fuera exhumado y se revelaran las verdaderas causas de su muerte: había sido estrangulada por Pereyra Díaz.
Al descubrirse el hecho, el asesino huyó y no se tuvo más rastros de él hasta el 2006, que pidió, a través de su abogado, cambiar su orden de detención por una de comparecencia. Así siguieron una serie de argucias legales para dilatar el proceso penal que tenía en ciernes, cuando en 2018 fue sentenciado, en ausencia, a 12 años de cárcel, y puesto en el portal de los más buscados.
En marzo del año siguiente fue capturado, pero consiguió que su condena sea reducida a 5 años. Ahora, en un intento más de escapar de la justicia, ha solicitado un recurso de nulidad a su condena, y con la venia del fiscal supremo Pablo Sánchez, quien ha sostenido que su pena debe reducirse a 4 años, podría salir libre.
¿Quién hace justicia por Carmelita?
