La joven venezolana Lizmar Hernández Farías (27) trabajaba atendiendo al abogado jubilado Cosme Rafael Villegas Peña (72) en su casa en San Borja (Lima), cuando desapareció el 30 de diciembre del 2019.
Según Villegas, ella le pidió permiso para salir una hora por la mañana y no volvió. Al día siguiente, este fue a la policía a solicitar una constatación porque la joven no había ido a trabajar, también se dirigió al Ministerio de Trabajo para solicitar lo mismo.
El tío de la joven, José Gregorio Farías, denunció su desaparición el 30 de diciembre al perder contacto con ella, puesto que era muy activa en redes sociales.
Una semana después, el 7 de enero, su cuerpo fue encontrado en una quebrada de Canta con un balazo en la cabeza. La policía detuvo a su empleador puesto que fue el último en verla con vida. Al parecer, nunca salió del departamento como señaló Villegas. La joven habría sido asesinada y luego trasladada hasta Canta y tirada al río.
Feminicidios contra venezolanas
Lizmar fue la quinta víctima de feminicidio de nacionalidad venezolana en el Perú el año que pasó. Cuatro de estos crímenes ocurrieron en Lima y uno en La Libertad. Mujeres que huyeron de la crisis económica de su país y que terminaron siendo víctimas de la violencia machista en Perú.
La primera víctima fue Angery Katherine Pinto Oviedo, de 28 años, quien fuera estrangulada por su pareja, también venezolano y con quien tenía dos hijos, Luis Edgardo Perea Mosquera (35), en San Juan de Lurigancho el 8 de febrero. Luego de matarla el feminicida se suicidó.
El 4 de mayo, Desiree Crespo, de 32 años, fue baleada por su pretendiente Juan Carlos Gutiérrez (51) en el distrito de San Borja (Lima). Luego del asesinato el feminicida se suicidó.
Michelle Flores Machado, de 22 años, fue estrangulada y su cadáver tapado con piedras, ladrillos y un neumático en una zona fabril de Villa El Salvador el 26 de junio. Hasta ahora se desconoce quiénes la mataron.
El 31 de diciembre, Tatiana Carolina Rivera Aular, de 40 años de edad, fue degollada en la vía pública por su pareja Leonardo José Esparragoza Ramos, de 46 años. El crimen ocurrió en Trujillo (La Libertad). El asesino fue detenido por los testigos del hecho de violencia hasta que llegó la policía.