Un grave error cometió la ministra de Educación al ofrecer disculpas a los grupos conservadores por un enlace en un libro de tercero de secundaria que lleva a un texto en donde se explican las conductas sexuales (https://bit.ly/2G01QMv).
Con este retroceso, lo que ha conseguido Flor Pablo no es atemperar las furiosas respuestas a la decisión positiva de la Corte Suprema sobre el enfoque de género en el currículo, sino que los antiderechos exijan su renuncia ahora que, según ellos, se probó que tenían razón.
Pero ¿qué dice el texto que está causando tanto escándalo? ¿Hay escenas explícitas de sexo? ¿Hay fotos por doquier mostrando genitales a diestra y siniestra? ¿Hay violencia o sometimiento? ¿Se escuchan gemidos o se ven fluidos? No, nada de eso, solo hay una explicación somera y bastante mecánica de la sexualidad.
Como por ejemplo esto: “A lo largo de la historia se ha podido observar que las expresiones sexuales son tan diversas como las personas y los gustos. Cada individuo es un mundo y desarrolla particulares matices, ritmos y preferencias a la hora de desenvolverse en el sexo. Cada uno, por tanto, busca y expresa conductas y contactos sexuales”. ¿Hay algo de anormal en eso? No.
Otro extracto: “Tradicionalmente se inculcaba la idea de que en el sexo existía una forma como debe ser, un ideal de expresión sexual cuya prioridad era como norma una expresión de conducta heterosexual, coital y con fines meramente reproductivos”. ¿Esto es falso? No. ¿Es pornográfico? Tampoco.
Según el Diccionario de la Real Academia, pornografía es “presentación abierta y cruda del sexo que busca producir excitación”. Explicar los conceptos de determinadas conductas sexuales, que existen desde que existe el mundo, no lo es.
Pero lo que más ha escandalizado a los antiderechos son justamente estos conceptos, que en la actualidad prácticamente nadie desconoce, pero que para este sector el solo hecho de hacerlo explícito ya es un pecado mortal.
¿Qué es la masturbación? ¿Qué son las conductas sexuales? ¿Qué es el coito y sus variantes? Estas son preguntas que se hacen las y los adolescentes, incluso con mayor profundidad que las que hemos formulado. ¿Está bien negarles esta información y hacer como si no existieran para que terminen conociéndolas en la práctica? ¿O es mejor que sepan, que tengan toda la información necesaria y puedan tomar decisiones responsables? ¿Qué es lo que queremos para nuestros hijos? ¿Información que les dé el poder de decidir o ignorancia que los convierte en juguete de la manipulación emocional? Justamente los índices de embarazo adolescente crecen cuando se mantiene la ignorancia sobre estos temas.
Lamentablemente, alguna prensa está jugando al lado de la hipocresía conservadora y publica portadas como esta, completamente falsas, Minedu nunca repartió libro porno, el link no lleva a ningún enlace de pornografía, la pornografía está en la mente de los congresistas y voceros que han difundido esa información falsa, ellos son los verdaderos pornógrafos.
