Dos policías están siendo “investigados” por su dependencia policial en Piura por cometer el delito de bailar en una discoteca. Al parecer, a sus superiores no les gustaron los movimientos de baile de los jóvenes piuranos y decidieron censurarlos señalando que estaban insultando el uniforme policial, a pesar de no usar uniforme en esa ocasión y estar en sus días libres.
La Oficina de Disciplina de la Policía Nacional Sede Sullana, solicitó un informe pormenorizado al Comandante PNP, César Pérez Quispe, jefe del Depincri, sobre la “conducta y actos obscenos” realizados por los efectivos policiales que prestan servicio en esta dependencia.
Según el Oficio N° 551-2019 enviado por el coronel PNP Juan Manuel Perales Candiotti, los hechos ocurrieron en la discoteca “Barbones & Gorditos”, y salieron a la luz gracias a un video que empezó a circular por redes sociales. En este video se observa a dos jóvenes bailando. Nada fuera de lo normal, no hay mala conducta ni actos obscenos, lo único obsceno es que esto haya generado una investigación sin sentido por parte de la oficina disciplinaria de la Policía.
Para los policías de la moral, que no necesitan portar uniforme para actuar en perjuicio de otros, estos pasos de baile serían “incompatibles con un servidor público, y más tratándose de un efectivo policial quien por su investidura, debe ser un ejemplo para la sociedad”, por lo que no le estaría permitido bailar con otro hombre, así sea su amigo o su pareja (los policías también tienen derecho a amar a quien quieran).
¿Qué es lo que buscan esclarecer? ¿Cuál es el motivo de la investigación? ¿Qué sanciones se pretenden aplicar? ¿Por qué a los medios de comunicación les resulta relevante difundir estas imágenes y se relamen en ellas? Periodistas y policías en este momento y sobre este caso comparten el mismo espíritu de cuerpo para juzgar la vida de otros sobre la base de sus valoraciones morales, pero su moral no es la ley, la ley es la Constitución Política del Perú que señala que no se puede discriminar a nadie por ninguna índole.
El suboficial de tercera Paul Quispe Leiva, comprometido en este caso, está sufriendo un caso de abuso de autoridad y discriminación, por lo que podría interponer una queja contra sus superiores y recurrir a organizaciones que defienden los derechos humanos, incluida la Defensoría del Pueblo, pues se está vulnerando su derecho al desarrollo integral. No estaba en función policial en ese momento y es libre de divertirse como quiere y con quien quiera en sus ratos libres. Que la homofobia no siga enquistando el cuerpo policial.
El dato
La discoteca de sugerente nombre también decidió pronunciarse, pero fue para peor, en su extraño comunicado pide “sinceras disculpas” por las imágenes que han circulado, señalan que no comparten ni celebran “ese tipo de acciones”: ¿bailar?, ¿estar con amigos?, ¿divertirse?, ¿tomar cerveza? ¿Ese no es el objetivo de ir a una discoteca? Añaden que tomarán medidas correctivas para evitar que esas acciones vuelvan a repetirse: ¿no dejarán entrar a policías? ¿cada vez que haya dos hombres bailando los separarán? ¿si incurren en la misma conducta los echarán de la discoteca? ¿saben que discriminar está penalizado y les puede costar una multa?