Primeros casos graves de Covid-19 en la comunidad achuar Pucacuro, en el distrito Trompeteros. Principal centro de salud del distrito cerrado y con tan solo una doctora para 39 comunidades indígenas.
La crisis y colapso sanitario que se vive en distintas ciudades del país ya se padece en distritos y comunidades indígenas. “Toda la comunidad, cómo se desespera la gente, cómo lloran los niños”, cuenta el apu Emerson Mucushua de Pucacuro, quien denuncia que ya existen casos graves de Covid-19 en su comunidad, en cama y con problemas respiratorios. “No hay nada, no hay medicamentos, ni paracetamol”, agrega postrado también en cama, pues desde hace tres días arrastra una fiebre alta.
En Pucacuro estiman que el 90% de la población podría estar infectada, incluidos niños, mujeres embarazadas, adultos mayores y varias personas con enfermedades prevalentes como diabetes. De acuerdo con informes de las autoridades, la comunidad tiene un población que supera las 800 personas.
Esta situación podría ser similar en otras comunidades de la zona. El apu Emerson hace un llamado de ayuda urgente y exige a las autoridades una intervención inmediata con medicinas, alimentos y los bonos de apoyo económico que ha prometido el Presidente de la República.
“No hay alimentos, no hay nada. Hay plátano, yuca solamente”, alerta el apu. Cuenta que la gente, al estar enferma, no puede ir a pescar ni a la chacra, y el abastecimiento que habían reunido se acabó. Emerson reitera su asombro: “Increíble, es toda la comunidad”. Y rabia: “Es prácticamente un genocidio esto que ha generado el alcalde [de Trompeteros]”.
El 20 de abril, una delegación liderada por el alcalde Lorenzo Chimborás detuvo su recorrido de comunidades por el río Corrientes; desembarcaron en Pucacuro luego de que parte de la tripulación de la lancha presentara fiebre y tos. Luego, cuatro tripulantes de la lancha resultaron positivo a Covid-19 tras pruebas moleculares, pero después el resto de representante municipales dio también positivo. La lancha había recorrido cerca de 20 comunidades achuares y urarinas antes de Pucacuro.
Emerson Mucushua remitió cartas públicas el 29 de abril y el 11 de mayo expresando su preocupación y denunciando el abandono al cual ha sido sometida la comunidad: “El Estado peruano se beneficia por décadas de la extracción de petróleo, y nosotros no tenemos siquiera un puesto de salud debidamente equipado, nuestros niños padecen de desnutrición crónica/anemia”. Sin embargo, no obtuvo respuesta.
También pidió apoyo a las autoridades públicas: “Lo único que exigimos tras la irresponsable acción de algunas autoridades distritales, es que se nos informe oportunamente con la verdad y se nos atienda”, dice su carta.
Desde el año 1996 opera la empresa petrolera Pluspetrol en el Lote 8, uno de los dos con más daños ambientales en todo el país, el cual se superpone a territorio de Pucacuro. Entre los lotes 8 y 192 se concentra el 94% de barriles de petróleo derramados en los últimos 20 años en Perú.
La crisis sanitaria en el distrito de Trompeteros: A ciegas y sin personal
La crisis también está en el distrito Trompeteros. La microred de salud del distrito agrupa 39 comunidades de los pueblos achuar y urarinas del distrito, lo que representa un total de población que supera las 11 mil personas. De acuerdo a reportes oficiales del 18 de mayo, en el distrito hay 64 casos positivos y una persona fallecida; sin embargo, los casos probablemente sean muchos más.
Según fuentes de la zona, la comisión que a finales de abril realizó pruebas rápidas en Pucacuro y determinó 2 casos positivos en la comunidad, no hizo pruebas en ninguna otra comunidad de las casi 20 donde llegó el alcalde. Dicha comisión, organizada por la red de salud de Nauta, solo realizó 60 pruebas rápidas en Villa Trompeteros y 20 en Pucacuro. La falta de pruebas en la región sería una de las principales causas de esto.
De otro lado, la situación de la microred de salud de Trompeteros es crítica. Actualmente, el principal establecimiento de salud del distrito se encuentra cerrado por ser un foco de infección, solo atiende emergencias. Pero además tampoco hay personal: 16 trabajadores y trabajadoras del puesto han sido evacuados a ciudades como Nauta e Iquitos por presentar síntomas del virus.
El establecimiento de salud de Villa Trompeteros está a cargo de solo una doctora SERUMS (iniciales del Servicio Rural y Urbano Marginal en Salud, al cual acceden egresados de la carrera de medicina), cuyo esfuerzo resulta claramente insuficiente en términos de cobertura territorial.
A la crisis de personal, se debe agregar la de insumos médicos, pues no hay medicinas, tampoco equipo de prevención primaria adecuados ni pruebas rápidas. Villa Trompeteros tampoco cuenca con unidad de cuidados intensivos o planta de oxígeno. En la zona solo se ha destinado un colegio para el aislamiento de pacientes, el cual ha sido ambientado de forma precaria.
La necesidad de atención en territorios indígenas es más que urgente frente al actual colapso. Las organizaciones indígenas de la región y la zona, como FECONACOR, han reclamado desde el inicio acciones y estrategias que, con participación indígena, hagan frente al actual escenario crítico y al abandono estructural e histórico. A la fecha no se han dado pasos claros para atender ello. La negligencia e insuficiente reacción de las autoridades a nivel nacional, regional y local, marca hoy el derrotero de la pandemia en territorios indígenas.