La empresa Graña y Montero empezó una campaña que apunta a dejar en el olvido su pasado corrupto a través de pedir perdón a sus empleados y a los peruanos en general, y dejar de llamarse tal como se llamaban cuando utilizaron su poder económico y político para enriquecerse de la mano de los gobiernos de turno.
Según los dueños, ahora ya no se llaman “Graña y Montero” porque ese nombre ya no los representa, están construyendo una nueva compañía cuyos cimientos les asegurará que lo que pasó no vuelva a suceder. El nuevo nombre es aún desconocido.
¿Pero qué pasó? La excongresista Indira Huilca lo dice muy bien en un tweet: “Lo de Graña y Montero no es un problema de personas que se equivocaron. Es un robo sistemático, la captura del Estado peruano con la complicidad de varios gobiernos. Justicia habrá cuando devuelva lo robado, paguen en la cárcel y dejen los proyectos con los que aún se enriquecen”.
A través de la voz en off de un locutor emocionado, Graña y Montero pide perdón por “el daño causado, las malas decisiones y los actos ilícitos” y anuncia profundos cambios en su empresa. Días antes ya habían retirado sus logos de la parte frontal del edificio para empezar esta intensa campaña de marketing que intentará reflotar a una empresa asociada hasta las uñas del pie con la corrupción, actos delictivos que evidentemente perjudicaron a millones de peruanos que vieron su calidad de vida reducida. ¿Cómo se arregla algo así?
¿Es suficiente cambiar de nombre para lograr lo que buscan? ¿Alguna vez hemos visto algo parecido en personas comunes y corrientes? ¿Cuando alguien comete un delito se dice a sí mismo “empezaré de cero” y para eso cambiaré mi nombre? Lo que queda presente es la sensación de que alguien se está corriendo de su responsabilidad, porque no es suficiente pedir perdón y tener propósito de enmienda, lo que se busca es limpiar el nombre, no solamente desecharlo, el nombre tiene una historia, esa historia es lo que están intentando borrar los nuevos directivos, y eso es lo que los peruanos difícilmente olvidarán.