Relaciones con Camayo, Hinostroza, Oviedo y una veintena de periodistas deberían, por lo menos, inhibir al fiscal Pedro Chávarry de investigar a su ‘hermano’, el cuestionado juez César Hinostroza.
Esta observación fue subrayada por el procurador anticorrupción Amado Enco quien anunció que interpondrá una recusación contra el fiscal de la Nación, Pedro Chávarry, si este no se aparta de la investigación que el Ministerio Público le hace a Hinostroza Pariachi.
Para Enco no hay duda de la relación que hay entre Chávarry e Hinostroza. La saga de audios de la corrupción revela las conversaciones (coordinaciones) entre ambos, haciéndolos estelares en uno de sus capítulos.
Entonces, lo mejor para el titular del Ministerio Público sería inhibirse de la investigación al juez supremo suspendido, cuya denuncia constitucional se cocina a fuego lento.
De lejitos, mejor
“No hay duda de la existencia de una relación de confianza estrecha entre ambos magistrados… Ante ello el fiscal de la Nación no tiene otra salida que inhibirse de conocer la investigación en contra del magistrado César Hinostroza”, señaló el procurador.
La recusación es útil para impugnar la participación de un juez o fiscal en un proceso. Esta figura se aplica cuando existe dudas en la imparcialidad de los investigadores o en los que recae la decisión de sentencia.
Amado Enco ya había hecho el pedido a Pedro Chávarry de apartarse por las pocas garantías de imparcialidad. “Si no lo hace, la Procuraduría Anticorrupción lo recusará”, señaló.
Ahora bien, por cuestiones de formalismos, un juez supremo solo puede ser investigado por el fiscal de la Nación. A pesar de que Chávarry denunció a su ‘hermano’ (cohecho pasivo, patrocinio ilegal y tráfico de influencias) la semana pasada, por cuestión de cierta lógica primaria, una de las maneras para que el proceso vea luces sería que otro sea el fiscal de la Nación, ¿no?