Tras la aparición con vida del soldado Wilber Carcausto Uchiri, ocurrida el día de ayer, la Comisión de Derechos Humanos, COMISEDH, demanda una investigación exhaustiva sobre las circunstancias de la desaparición del joven puneño que estaba cumpliendo su servicio militar voluntario en el Cuartel Tarapacá de Tacna.
De acuerdo con las versiones del Ejército peruano, el joven, que habría desertado el 10 de mayo, fue encontrado por la Policía el día de ayer casi a la medianoche, desorientado y deambulando por las calles de la ciudad. No obstante, los padres del joven soldado continúan sosteniendo que su hijo se encontraba dentro del cuartel, por lo que se presume que –ante la denuncia pública y la cadena de solidaridad que se gestó alrededor de este caso–, habría sido liberado.
En sus primeras declaraciones, el joven habría confirmado que se encontraba retenido en el Cuartel de Tarapacá, afirmación que viene siendo investigada por la Fiscalía Provincial Penal Corporativa de Tacna.
“La Fiscalía debe investigar de manera exhaustiva todas las hipótesis, para esclarecer lo sucedido. De confirmarse que estuvo todo este tiempo en el cuartel, estaríamos frente a un caso de desaparición forzada de personas”, afirmó la abogada Dania Coz de COMISEDH, tras señalar que “ante la negativa de las autoridades militares de brindar información sobre el paradero del soldado se consumó este delito y que su aparición con vida no impide que se continúen con las investigaciones, pues al ser agentes estatales los que custodiaban al soldado, se trata de una grave violación a los derechos humanos, no un delito común de secuestro”.
COMISEDH exhortó, además, que por las circunstancias del caso y la gravedad de la denuncia, el joven soldado no puede ser obligado a retornar al cuartel militar.
No es el único: caso de exsoldado Brian Mesías está siendo investigado por desaparición forzada
Lamentablemente, el caso del joven Wilber Carcausto no es el único que se ha conocido en los últimos meses y en medio de la emergencia que afronta el país por la pandemia generada por la COVID-19.
El pasado 15 de abril, la familia del joven Brian Mesías Macharé denunció su desaparición, tras encontrarse realizando su servicio militar en el cuartel de la Fortaleza del Real Felipe en el Callao.
En ese momento, el Ejército afirmó que el soldado había “desertado” y rechazaron las acusaciones de agresión física y/o psicológica en su contra. Sin embargo, el 22 de abril, Brian Mesías fue encontrado deambulando desorientado frente al Hospital Santa Rosa del distrito de Pueblo Libre, con moretones en las piernas y huellas de aguja en el brazo izquierdo.
Su caso está siendo patrocinado por COMISEDH, y se ha logrado que el día 4 de junio se emita una Resolución reconociendo que se trata de un caso de desaparición forzada de personas y que sea derivado a la Fiscalía del Sistema Especializado en Delitos de Crimen Organizado y de Corrupción de Funcionarios, encargada de los casos de violaciones a los derechos humanos.
Recordemos que la Corte Interamericana de Derechos Humanos, en el caso Valdemir Quispialaya vs. Perú, ha establecido que el Estado peruano tiene un especial deber de garante sobre toda persona que se encuentre bajo custodia, incluyendo al personal que brinda servicio militar voluntario, debiendo asegurar que el servicio militar se ejecute en condiciones compatibles con el respeto a su dignidad humana.