En la asunción al cargo de los alcaldes de los diversos alcaldes de Lima, el nuevo alcalde de Lima Metropolitana, Rafael López Aliaga, dio un discurso negacionista de la violencia en la que incurrieron las Fuerzas Armadas contra población civil inocente en tiempos del conflicto armado interno.
Asimismo, amenazó con entregar la administración del Lugar de la Memoria, Tolerancia y Reconciliación a las mismas Fuerzas Armadas, quienes desdibujaron su labor de defensa y protección de la patria cuando varios de sus miembros cometieron crímenes de lesa humanidad contra las mismas personas a las que decía proteger, hombres, mujeres y niños fueron víctimas del terrorismo de Estado, algo que se recuerda en el LUM de la misma forma que se recuerda el sangriento accionar de Sendero Luminoso y el MRTA.
López Aliaga le pidió al nuevo alcalde de Miraflores, Carlos Canales, de su mismo partido político, que coordinen con el Ministerio de Cultura y la Embajada de Alemania para que el LUM sea administrado por la Policía y las FFAA, para que cuenten la historia “como es”, pues quien mejor que ellos para que cuenten “lo que han sufrido”. Según el alcalde, “hay que poner orden en la narrativa”, lo que significa reescribirla a favor de las fuerzas del orden y negar las atrocidades cometidas y por las cuales varios están presos y muchos siguen siendo juzgados.