El pastor Alberto Santana brindó una conferencia de prensa detallando la invasión de sus feligreses el día lunes 8 al Estadio Alejandro Villanueva ‘Matute’. Aquí aseguró que la explanada del estadio nunca perteneció al club Alianza Lima y que intentó reunirse con los directivos del equipo para conciliar infructuosamente.
Además de redundar en las imágenes del enfrentamiento, aclaró que son cuatro los lotes adquiridos a personas naturales y a una empresa; dos de ellos pertenecían al señor Luis Saquicuray, que presuntamente no se encontraba en sus facultades por su avanzada edad, uno a la familia Mercado de la Fuente y uno a la empresa de Transportes Hema.
Asimismo, desmiente que haya cooperado con Keiko Fujimori para armar esta cortina de humo y niega cualquier vinculo amical. Sin embargo, recordemos que durante la campaña electoral del 2016 apoyó vehemente su postulación a través de un evento de la Coordinadora Cívica Cristiana Pro Valores (CCCPV) que preside, a fin de que la lideresa fujimorista apoye su agenda: desconocer cualquier reconocimiento a la comunidad LGTBI y evitar la despenalización del aborto.
En el marco de dicho evento, Santana declaró a viva voz y sin ruborizarse:
“En la Constitución no se habla de derechos para una aberración sexual (…) Entonces si un homosexual va a tener derechos, entonces se va a legalizar el homosexualismo, se va a legalizar el sodomismo. Si se legaliza la homosexualidad, los jóvenes dirán: “mamá, yo también puedo ser homosexual, entonces”.
También afirmó: “del homosexualismo han salido la peste rosa, el SIDA. ¿O acaso queremos ignorar que el homosexualismo trae enfermedades diversas?”
La pregunta es, cómo un hombre con semejante discurso de odio puede decir que dios se comunica en sueños con él para que compre el estadio y pueda “salvar a los delincuentes y drogadictos” de La Victoria.
Un hombre así no tiene ninguna intención de enriquecimiento espiritual, mas si económico: la compra de la explanada asciende a US$ 600,000 no justificados; fundó la Corporación Jedidias que cuenta con un patrimonio que asciende a S/. 719,000 y durante el 2017 construyó 54 locales a lo largo de todo el país, entre otros extraños movimientos de dinero y en teoría todo es financiado con las ganancias de sus publicaciones.
Si las declaraciones homofóbicas y misóginas no te despeinan, si debería preocuparte el creciente poder de la religión evangélica y el poder económico que posee como arroja el último censo nacional.
