Luego de diversas manifestaciones y campañas virales alrededor de la exigencia de legalizar el aborto en Argentina, con plantones y marchas al Congreso incluidos, el presidente de ese país acordó abrir el debate sobre esta problemática con el fin de que de una vez se legisle la posibilidad de que las mujeres puedan decidir sobre sus cuerpos.
La ilegalidad del aborto es una de las principales causas de muerte materna en 17 de las 24 provincias argentinas. El aborto solo es permitido en caso de violación o cuando peligra la vida de la madre desde 1921, pero se estima que hay 500 mil abortos inseguros al año, los cuales se realizan clandestinamente y poniendo en riesgo continuamente la vida de las mujeres. Desde 1983 han fallecido más de 3 mil mujeres por abortos clandestinos, y en 2016, de las 245 mujeres que murieron por causas maternas, 43 fueron por embarazos terminados en aborto, según cifras del Ministerio de Salud.
Como señalan las estadísticas, el índice de aborto es más bajo en países en donde el aborto es legal. En Uruguay, por ejemplo, la tasa de abortos ha bajado considerablemente luego de su legalización en 2015, y la muerte materna por aborto se ha reducido de 37% a 8%.
En Argentina se viene luchando por una ley que despenalice el aborto desde el 2005 con la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal Seguro y Gratuito, en donde se articulaban diversas organizaciones de mujeres. Se presentaron cerca de 6 proyectos de ley que buscaban la interrupción voluntaria del embarazo, pero ninguno llegó a buen término, ni siquiera en un gobierno tan progresista como el de Cristina Fernández.
El lunes la marcha hacia el Congreso fue contundente y generó que el gobierno por fin diera luz verde a esta demanda largamente esperada por las mujeres argentinas.
