“Lamentamos profundamente haber ofendido a nuestro público en Facebook con una publicación en la página de Facebook Casio Calculators Global que incluía una imagen estereotipada de la mujer, usando calculadoras de color rosa en el trabajo.
De ninguna manera teníamos la intención de dar una imagen estereotipada de la mujer ni discriminarla, y pedimos sinceramente disculpas por nuestra falta de sensibilidad con relación a un tema de género. Hemos eliminado la publicación y otros contenidos relacionados.
Nosotrxs, en Casio, agradecemos y valoramos todos los comentario y opiniones. Haremos todo lo posible por comunicarnos mejor en el futuro y demostrar plenamente nuestro compromiso con la igualdad de género”.
Ese fue el mensaje de la empresa de tecnología Casio, luego de publicar el 29 de enero la promoción de unas nuevas calculadoras dirigidas al público femenino, ¿qué tenían de nuevo? El color rosado.
El mensaje que se adjuntaba en esta foto era el siguiente:
“Queremos que las mujeres trabajadoras tengan una mejor experiencia al usar calculadoras que se adapten perfectamente a sus entornos de trabajo a través de un óptimo de usabilidad y diseños vanguardistas. Mujeres, Casio las seguirá apoyando a ustedes para que día a día brillen aún más en sus trabajos”.
La publicación generó controversia por la imagen estereotipada que daba de las mujeres, al asumir que el entorno de trabajo mejoraría para ellas si usaban las calculadoras rosas. Miles de mujeres utilizaron las redes sociales para burlarse del aviso y señalar que no sabían cómo habían hecho sus cálculos antes de que existiera esta herramienta.
El 5 de febrero, Casio decidió retirar la publicación y el 6 emitió sus disculpas señalando que lamentaban haber ofendido a su público al estereotipar a las mujeres.
A las mujeres les cuesta muchísimos no solo culminar sus estudios, en el Perú el 2016, 24.5% de estudiantes que dejaron la escuela eran niñas y adolescentes que se dedicaban a los quehaceres del hogar y 1.9% eran varones, sino luego ingresar a las universidades, sobre todo en zonas rurales y a mujeres indígenas. Las maestrías y doctorados están prácticamente vetados en contextos de feminización de la pobreza, y eso una calculadora de color rosado no lo va a cambiar.