El día de ayer, en medio de la Asamblea de Comités Territoriales y Sectoriales de Lima del Nuevo Perú, el Sectorial de Diversidades Feministas renunció en bloque rechazando tajantemente la alianza electoral tranzada entre Perú Libre, Juntos por el Perú y el partido liderado por Verónika Mendoza. El 19 de octubre último, el II Consejo Nacional del Nuevo Perú anunciaba su decisión de participar en las elecciones parlamentarias del 2020, en alianza estratégica con los partidos mencionados ya que no se encuentra inscrito oficialmente como partido en el Jurado Nacional de Elecciones.
La disconformidad con dicha alianza ya había sido manifestada dentro del Nuevo Perú previamente. Sin embargo, las opiniones y argumentos de quienes construyeron dicho proyecto político, no lograron calar en sus militantes para evitar el vínculo con Vladimir Cerrón, personaje misógino, homofóbico, antisemita y fundamentalista, y con Yehude Simon, cuya campaña electoral habría sido financiada por Odebrecht.
Coherentes con sus principios y los ideales con los que iniciaron la militancia en dicho espacio, compañeras y compañeres tomaron la difícil y dolorosa decisión de concluir su participación en un partido político donde dieron tiempo, trabajo y lucha durante varios años, convencidas y convencides de haber encontrado el lugar correcto para empezar el gran cambio que nuestro país necesita.
Tomadas por los brazos, María Ysabel Cedano, Esthefany Bendezú y Liliana Albornoz leyeron la renuncia pública:
“¡La Revolución será feminista o no será!
¡Los derechos humanos no se negocian!
El Nuevo Perú fue la esperanza de un proyecto político que comprendía que el pensamiento, la agenda y el movimiento feminista y LGBTIQ no son sectores ni minorías.
El MNP ha perdido la gran oportunidad de demostrar que era un partido político diferente y le ha dado la espalda a trabajadorxs y estudiantes de todas las sangres y deseos, que lo han apoyado incluso desde antes de su creación, en todos los intentos que se han tenido para posicionar a la izquierda en la disputa del poder. Un poder que teníamos que alcanzar con nuestros principios presentes, estos principios que se acaban de negociar para poder entrar a un proceso electoral que beneficiará a unos pocos dándole la espalda a miles.
El MNP, en lugar de despatriarcalizarse del conservadurismo, vuelve a ser un espacio en donde las decisiones se toman entre pocos y en donde la dictadura de la mayoría y la “democracia” ha demostrado que puede ser capturada para fines opuestos a esta, para imponer una alianza nefasta con partidos que representan a los personajes que los fundaron.
Ustedes han traído a esta construcción colectiva, hecha con amor, pasión e innumerables esfuerzos, la homofobia, la misoginia y la corrupción”
(Mira aquí el video del sectorial de Diversidades Feministas)
Usando los pañuelos verdes, símbolo de la lucha por la autonomía sobre nuestros cuerpos y el derecho a decidir, el Sectorial de Diversidades Feministas intervino el espacio con la fuerza y determinación de sus convicciones y fundamentos. Esta renuncia significa una gran pérdida para el Nuevo Perú, sin embargo, no lo es para el movimiento social, el movimiento de mujeres y el movimiento LGTBIQ. Seguiremos compartiendo, luchando y encontrándonos con quienes renunciaron en nombre de la revolución feminista e interseccional. Ellas y elles permanecerán en las calles, en las manifestaciones, en la organización articulada, democrática, amplia, diversa y plural, en la lucha por los derechos de las niñas, niños y mujeres, de las trabajadoras del hogar, de las trabajadoras sindicalizadas, de las trabajadoras ambulantes, de las trabajadoras vulneradas, de las lesbianas, bisexuales, trans, no binarie, de las indígenas, campesinas, afrodescendientes, inmigrantes, de las víctimas de violencia, acoso, hostigamiento, de las familias de las víctimas de feminicidio, de las sobrevivientes y de quienes siguen organizándose y luchando perseverantes por justicia en un sistema machista, corrupto y patriarcal.
Ayer llovió lucha feminista, escarchada y con el torso descubierto, un tetazo sonoro, rebelde y sectario al machismo, la homofobia y la corrupción.
¡La revolución será feminista O NO SERÁ!