En una extraña decisión institucional, la ministra de la Mujer, Rosario Sasieta, anunció que su ministerio trabajaría en conjunto con el Arzobispo de Arequipa “para luchar contra la violencia”. ¿Cómo? Haciendo que las mujeres que viven violencia de género dejen sus denuncias anónimas en las iglesias, las cuales serán llevadas a su despacho.
No se entiende bien la intención de la ministra al realizar este anuncio, porque, aparte de no respetar el Estado laico, en donde iglesia y Estado tienen que ir por cuerdas separadas para que discursos religiosos no intenten dirigir ningún tipo de política pública, lo que está haciendo es saltarse las rutas oficiales que se han trabajado desde hace varios años para que las mujeres puedan empoderarse, denunciar y no recibir las múltiples trabas que impedían que ellas pudieran acceder a justicia y reparación.
Así también, está llamando a realizar acciones fuera de su función real, porque el MIMP no recibe denuncias, estas se hacen en la Policía o en la Fiscalía. El MIMP lo que hace es dar asesoría legal, acompañamiento y soporte psicológico, si corresponde, a las mujeres que llegan con sus denuncias a través del Centro de Emergencia Mujer, la Línea 100 y el Chat 100.
Es lamentable que Sasieta, apenas ocupado el cargo, anuncie medidas populistas en donde convierte a la iglesia en mesa de partes del MIMP y anula toda operatividad de la policía que no puede hacer nada frente a denuncias anónimas y ausencia de flagrancia.
¿La ministra cree que los curas, sin ningún tipo de preparación para la problemática, atenderán mejor un caso de violencia que un psicólogo/a o que un abogado/a? ¿Cree que ir a la iglesia mejorará la situación de una mujer violentada cuando el discurso de la Iglesia ha sido siempre someter a la mujer a la obediencia del padre, el marido y el dios sacrificando su propia vida? ¿Cuando han sido los principales opositores de la libertad de las mujeres, del divorcio, de que conserven a sus hijxs y que no pierdan sus bienes luego de la separación? ¿Cuando ha excomulgado a tantas mujeres que intentaron luchar para que otras no sean sometidas por el machismo y la misoginia?
Lo peor
¿En qué está pensando la ministra al convocar al homofóbico y misógino arzobispo de Arequipa Javier del Río para articular con el Estado peruano? Un sujeto en contra del matrimonio igualitario; que llama ideología de género al enfoque de género, política transversal del MIMP y de todo el Estado; en contra de la píldora del día siguiente, parte del kit de prevención del embarazo en casos de violación sexual; en las antípodas de cualquier actor social que busca el bienestar de las mujeres.
“El matrimonio homosexual es inmoral”.
“Perspectiva de género es ideología de género”.
Mentiras sobre la píldora del día siguiente.