El sujeto que retuvo por cerca de 15 minutos a la joven actriz Danna Ben Haim en un ascensor en un edificio de Miraflores el 9 de enero, Jaime Cilloniz, sigue libre y siendo un peligro para su madre (92), la única persona que lo cuida, y las mujeres de su edificio o que llegan ahí por diversas razones. Asimismo, en diversas entrevistas se ha dedicado a insultar a la víctima con total impunidad con frases machistas y racistas.
A pesar de que fue detenido en la Comisaría de Miraflores, en donde también se comportó violentamente y con resistencia a la autoridad, y de que la fiscal Janet Luz Bernal Loayza, de la Primera Fiscalía Provincial Penal de Miraflores, le abrió un proceso de investigación preliminar ante la denuncia por intento de secuestro, Cilloniz sigue libre constituyéndose en un peligro para quien se le acerque, además, ha recaído en delitos de discriminación machista y racista. El sujeto también tiene nueve denuncias por diversos tipos de violencia.
En una entrevista para 24 horas no solo negó que hubiera ejercido violencia contra la joven sino que la llamó histérica y señaló que le pareció “graciosísimo” escuchar sus gritos mientras se encontraba aterrorizada en el ascensor sin poder irse.
Con un periodista de ATV utilizó frases racistas como que no soportaba “cholos en la calle que lo estén molestando”, además de llamarlo “so pedazo de idiota”. En esas declaraciones insultó a la joven llamándola “loca, prostituta, mujerzuela” y que trafica drogas.
Por último, con otra periodista de ATV también se mostró sumamente violento y aprovechó para insultar a la víctima llamándola “imbécil”, “insolente” y “mujer barata”. Todo con total impunidad.
¿El Estado no tiene forma de controlar a estos sujetos que se convierten en peligros cotidianos para las mujeres y demás personas en situación de vulnerabilidad? Porque visitar a las víctimas y abrir procesos de investigación no son suficientes, así es como en el transcurso terminan golpeando, violando y matando mujeres.