En el Perú, debido a que no hay leyes que protejan a las parejas de lesbianas y gays, al fallecer uno de ellos la pareja queda completamente a merced de los familiares del difunto o difunta, y eso es lo que ha pasado con la pareja de Luis Repetto Málaga, gestor cultural recientemente fallecido, quien era muy valorado en el ámbito cultural peruano debido a su importante trayectoria, incluida la distinción “Personalidad Meritoria de la Cultura” del Ministerio de Cultura en 2014, por su labor incansable en la protección y difusión del patrimonio cultural peruano.
Pocos seguramente, fuera de su ámbito familiar, amical y cultural sabían que Luis Repetto era gay y convivía desde hace ocho años con su pareja Jonathan Huamaní Madueño, quien, luego de la muerte del gestor cultural, fue desalojado violentamente del departamento en el que convivían, sin importar el tiempo ni el amor que se tuvieron y con el que construyeron su hogar.
Según Huamaní, unos hombres desconocidos rompieron la puerta de su departamento y lo arrastraron hacia afuera de su vivienda, ahí se encontraban los hermanos de Repetto y dos policías. Estos le dijeron que vaya a la comisaría, y mientras él daba su declaración, sus cosas desaparecieron, perdiendo así no solamente el vínculo emocional con su pareja, sino también todo lo material.
Este acto injusto, posible en un Estado que no reconoce los derechos de familia de las personas homosexuales, lamentablemente es cotidiano y muchas personas tienen que pasar por una doble victimización cuando la pareja fallece, primero, al no poder decidir sobre medidas médicas de urgencia, y segundo, al romperse todo vínculo afectivo por el no reconocimiento de la familia de esta relación.
“Siguen condenando el amor de dos personas simplemente porque no obedecen a los cánones clásicos de que sean un hombre y una mujer, y entonces condenan a uno de los dos, normalmente al mas indefenso”, señaló la exministra de Cultura, Susana Baca.