Chaparrí vuelve a ser noticia nacional y no necesariamente por su innegable valor ecológico. José Napoleón Tarrillo, activista ambiental, fue asesinado por defender esta reserva.
¿Quién no ha escuchado sobre Chaparrí? Miles de familias peruanas y turistas alrededor del mundo hemos visitado esta Reserva Ecológica, la cual se ha posicionado como una de las iniciativas de conservación con protagonismo campesino más exitosas del mundo, orgullo del Perú y uno de los iconos turísticos de la Región Lambayeque; y que hoy se encuentra en peligro de desaparecer en medio de un escenario de sangre y amenazas a los defensores de estas tierras. El 30 de diciembre del año pasado fue asesinado José Napoleón Tarrillo (50), teniente gobernador de El Mirador, en su propio hogar y en la presencia de su familia por la única razón de defender esta Reserva de la invasión de tierras. Mano Alzada conversó con Javier Ruiz Gutiérrez, fundador del Frente de Defensa de Chaparrí, quien nos dio mayores alcances sobre la Reserva y el conflicto.
CHAPARRI: RESERVA ECOLÓGICA
Chaparrí es un Área Natural Protegida por el Estado, en su categoría de Área de Conservación Privada (ACP), que alberga la población más densa de osos de anteojos en Latinoamérica, alberga también el 30% de la población de la pava aliblanca, especie en peligro crítico de extinción. Además, protege especies como el cóndor andino y real, el zorro costeño, el guanaco y el pitajo de Tumbes. Representando, asimismo, un gran patrimonio megabiodiverso que se podría reconocer como uno de los pulmones de Lambayeque, puesto que por su extensión representa más del 53% del área en conservación de la región.
Su historia comienza cuando los integrantes de la Comunidad Campesina Muchik Santa Catalina de Chongoyape se declaran como “Comunidad Ecológica” en 1999 y con ayuda del fotógrafo de naturaleza Heinz Plenge logran que en 2001, el Estado peruano reconozca a 34,412 Has de su territorio como la primera área natural protegida de gestión campesina del país. Luego, debido a sus logros en conservación y por decisión histórica de sus comuneros fundadores, logran que en 2011 el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (en adelante SERNANP), renueve su condición de Área de Conservación Privada “a perpetuidad”.
¿QUÉ ESTÁ SUCEDIENDO EN CHAPARRÍ?
A fines del año 2012, un grupo de personas no campesinas y que no reunían las condiciones legales para ser parte de una comunidad campesina en nuestro país, empleando maniobras ilegales como la alteración e incremento de padrones (se pasa de 325 a más de 900 comuneros), firmas falsas y falsificación de actas de asamblea, logran hacerse del “control legal” de esta comunidad, conformando una Junta Directiva que desde sus inicios se planteó como objetivo manifiesto la reducción del área de la Reserva Ecológica de Chaparrí de 34,412 a solo 4000 hectáreas. La gestión de la directiva comunal ha estado plagada de situaciones que han vulnerado la intangibilidad de la reserva, así como los derechos ciudadanos de todos aquellos comuneros que en 17 años de esfuerzo, convirtieron a Chaparrí en el “buque insignia de la conservación privada en el Perú”. Estos intentos han sido fallidos hasta el momento pues se han sumado voluntarios y activistas ambientales en un solo frente para salvar la Reserva. Así, en las asambleas convocadas no han podido acreditar el quórum necesario para reducir Chaparrí. Reducción que a la postre significaría la pérdida de la calidad de Reserva, es decir, la desaparición de Chaparrí y con ello una invaluable afectación al medio ambiente.
¿QUÉ HAY DETRÁS?
Detrás de todo ello estaría el Plan Hidráulico de Lambayeque, el cual avanza en su proceso de ejecución de manera acelerada, siendo su finalidad central el “reducir el riesgo de desastres por inundaciones, relacionadas con el Fenómeno El Niño y establecer un marco general para la programación de inversiones en Proyectos de Desarrollo, relacionados con la gestión de los Recursos Hídricos”. Dejando con letra más pequeña otro objetivo que busca la ampliación de la frontera agrícola en 65,000 has aproximadamente. Para ello, se construirá la represa La Montería, la cual se ubicaría en el corazón de la Reserva Ecológica de Chaparrí. Vale recalcar, que desde 2014 se negocia este proyecto con la Constructora Queiroz Galvão, la cual viene siendo investigada en Brasil por sus implicancias en Lava Jato.
Todo parece indicar que los tentáculos de Lava Jato en Lambayeque no solo se restringirían a Odebrecht, sino que habrían puesto sus negociados en el Plan Hidráulico de Lambayeque, siendo una piedra en el zapato la presencia de la Reserva Ecológica de Chaparrí, donde pretenderían ejecutar su primera gran obra. Para lograr tal fin, es que se ha dejado el “trabajo sucio” a operadores (léase invasores de tierras y asesinos) quienes tienen por objetivo destruir la Reserva y aterrorizar a la población para así despejar estas tierras y queden expeditas para el proyecto propuesto. No importa el precio, no importa la vida ni la tranquilidad de los comuneros, aquí importa el dinero y el negociazo.