Nuestro país, durante nuestra historia republicana, ha tenido un modelo primario exportador, en ese sentido la candidata Fujimori no plantea ningún cambio sustantivo, pues ella es la continuidad de una derecha que en lo propositivo es la nada, mientras que Pedro Castillo, entre sus propuestas proyecta realizar un cambio en la matriz productiva, por ello durante la campaña pone en agenda la necesidad e importancia de contar con un país con la capacidad de adicionar valor agregado en nuestros recursos, lo que sentaría las bases para iniciar el camino hacia la industrialización.
El modelo predominante ha dejado en el olvido el papel fundamental del Estado para la modernización de todos los sectores productivos, por ello Pedro Castillo refiere que el Estado debe planificar el impulso industrial que el país necesita, debido a que ayudaría a la generación de empleos, obtención de mayores ingresos y una producción que logre abastecer primeramente el mercado interno con productos de calidad y que, a su vez, pueda competir con ventaja en el mercado internacional.
Es lamentable que las élites de nuestro país se llamen capitalistas, cuando a lo largo de la historia hemos percibido que no comprenden la importancia de desarrollar los medios de producción, en esa línea creen que el modelo mercantilista que defienden es la expresión pura del liberalismo que propusieron Adam Smith o John Locke; en ese sentido, muchas veces los defensores del modelo indican que los que cuestionamos el modelo existente somos personas llenas de odio, cosa falaz, lo que sí podría decir es que si analizamos la historia del Perú veremos que las élites en vez de consolidar la república se han dedicado efusivamente al robo, eso provoca en muchos peruanos y peruanas indignación.
A los que creen que la reducción del Estado es lo mejor que nos ha pasado, habría que recordarles que fue el Estado el que ayudó a los EEUU a salir de la crisis del siglo pasado (años 30); en ese contexto se estimuló la demanda con políticas fiscales, ello coadyubó al desarrollo del “estado de bienestar” posterior a la Segunda Guerra Mundial, finalmente hay que alejarnos del neoliberalismo salvaje, que antepone el capital por encima de los derechos y que nos ha arrastrado en el abandono social.
En síntesis, Pedro Castillo nos ofrece la oportunidad de cambio de nuestra matriz productiva, para tal fin se ha rodeado con los mejores científicos del país; contrario a ello, la señora Fujimori insiste en llevarnos a través del miedo y la desinformación a la inercia de siempre como en el pasado, por eso se ha rodeado de lo más nefasto que hemos visto en las últimas décadas.