Escribe: Rebeca Ráez
Sra. Jeri Gloria Ramón Ruffner
Rectora de la UNMSM
Soy sanmarquina y a mucha honra. A inicios de los 90, cuando era estudiante de Letras, el Bosquecito era el lugar donde recibíamos a los mineros, quienes venían con sus cascos y sus familias, pernoctaban ahí durante meses. Nosotros llevábamos alimentos para la olla común y compartíamos algunos días si los platos alcanzaban. Mientras tanto, yo iba aprendiendo del Arte Bizantino, del Arte Gótico o del Arte del Virreinato. Cuando las clases terminaban de noche, yo caminaba hacia la Av. Colonial, y veía que los mineros dormían sobre cartones. Otros alumnos traían ropa para sus niños. Nadie nos obligaba a nada.
Yo aprendí en San Marcos algo muy valioso, y era la relación con la realidad peruana, a tener posición y criterio de estudiante. Es algo que me marcó para siempre, es parte de mi identidad. No fuimos nunca una universidad edulcorada justamente porque mis compañeros también venían de otras regiones o de distritos lejanos, y sabíamos hacer colectas para comprar materiales o sacar fotocopias.
San Marcos me enseñó a no temer a los policías, que muchas veces incursionaron la Universidad con disparos. Me enseñó a tener conciencia social más allá de las aulas. También era caótico, porque los docentes hacían huelgas por mejor salario. Ahora yo los entiendo, soy docente del Estado y en una universidad privada le pagan a un profesor mi hora multiplicada por 5. Pero esos mismos docentes también abrían las aulas para enseñar a los alumnos de la PUCP, que siempre se colaban para escuchar a Gálvez Ronceros o Antonio Cisneros o Washington Delgado o Enrique Verástegui o Marco Martos o Rodrigo Montoya, nombres grandes que han construído pensamiento en nuestra historia y que antes de dictar sus clases, también pasaban por el emblemático Bosquecito de Letras, y ese día quizás la clase tomaba otro rumbo, por eso son maestros de cátedra y representan (como muchos otros) lo mejor de nuestra Universidad. Usted NO.
Usted representa lo peor que nos ha podido pasar en decenios. Ha llamado a la PNP a pedirles auxilio, ha permitido que destrocen las puertas de entrada y los muros, la Deutsche Welle ha filmado a los alumnos maniatados en el piso y mientras tanto usted tomaba el café de la gloria petulante, asegurando su puesto cavando su propia miseria, el celular sonando con las llamadas de abogados que fueron impedidos de ingresar, sin Fiscal presente, y usted ensayando su mejor sonrisa falsa para Willax, Latina y América TV.
Desde el año 2021, usted viene desarticulando los espacios culturales sanmarquinos para darle los puestos a sus amiguitos. Acaba de desintegrar el Ballet de San Marcos, que celebra este año su aniversario 60, y al Teatro UNMSM del jirón Lampa ni siquiera le da mantenimiento, cuando ese espacio es histórico, contiene archivos y fotos del teatro nacional y ahí tenía su oficina otro gran investigador de nuestra historia escénica: Guillermo Ugarte Chamorro. Para usted mejor que el teatro se caiga, que se cierre el Museo, ¿usted quiere alquilar la Casona para matrimonios y eventos, quiere sacar dinero de esos espacios? Es lo que se habla en los pasillos.
Se comporta como una mafiosa y está desarticulando espacios que se lograron en años. Ha despedido a toda la Oficina de imagen institucional para meter a gente que le lave los trapos sucios, pero son tan inútiles que han redactado 4 comunicados en 1 semana, porque no saben cómo tapar el gran hueco de la deshonra que ha provocado en nuestra casa de estudios. Por eso, en nombre de la Decana de América por Real Cédula, y los 471 años que nos acompañan, usted debe renunciar y volver a ser contadora de cualquier supermercado. No está a la altura de nuestra Universidad ni de su historia.
Usted no tiene ética. Lo de Rectora le queda grande, vaya a a aprender gestión con el Rector de la UNI y aprenda lo que significa Calidad en la Educación. Usted será recordada como eso, la mencionaré en las conferencias internacionales, como el claro ejemplo de lo que no es el camino de la verdadera Educación. Y si piensa no renunciar, porque sigue los pasos de alguien más, lo cual demuestra que son pinkis de la angurria, entonces le advierto que en nuestros corazones usted ya no es nadie, simplemente una marioneta, una zombie, una figurante de la serie Walking Dead.