Los obstetras del Perú se encuentran enfrentando una lucha interminable, en un país con una alta tasa de mortalidad, derechos sexuales y reproductivos femeninos vulnerados, carencias dentro del sistema de salud y un Estado ausente en todo lo que respecta a la salud, más aún sobre la salud de las mujeres, se suman además, las amenazas y atropellos en contra del libre ejercicio de su profesión.
Hoy se encuentran marchando por la defensa del derecho a ser considerados una profesión médica, otorgado a través de la Ley N° 23346, que les confiere esa facultad y que por iniciativa del congresista fujimorista, Segundo Tapia, quien es a su vez médico ginecoobstetra, se pretende derogar. Se viene argumentando que la razón fundamental es la lucha por la defensa del acto médico y por ello se les acusa de intrusismo. Se ha iniciado, así, una batalla desigual, la misma a la que lamentablemente se han sumado una gran cantidad de médicos que dicen estar preocupados por la salud de la población.
Pero esta ley que les otorga la denominación de profesión médica es bastante clara, permite el ejercicio autónomo y sin supervisión por parte de otro profesional de la salud, obviamente dentro del marco de las funciones de su especialidad, las mismas que están normadas dentro de la Ley N° 27853, en donde se especifica detalladamente cuál es el campo de acción que están autorizados a realizar; siendo así, en ningún momento interfieren con las funciones de los médicos y además tampoco ponen en riesgo la salud de la población, todo lo contrario, representa una posibilidad de protección de la salud de un grupo vulnerabilizado en nuestro país, como son las mujeres.
Causa especial extrañeza la reacción del congresista y de un gran grupo de médicos, que lejos de luchar en conjunto por la salud pública, se enfrenten de esta manera, y preocupa más cuando se hace especial énfasis en la posibilidad que los profesionales obstetras tienen con esta ley, la cual permite el ejercicio de manera particular y privada, convirtiéndose así en una competencia en el mercado comercial de lo que hoy es la salud en nuestro país.
Es necesario denunciar, además, que como es común en nuestro país, lejos de ser escuchados por las autoridades, están siendo reprimidas violentamente y de manera abusiva por parte de las fuerzas policiales, situación que es común en el actuar de este Gobierno.
Esta situación debe ser resuelta de manera inmediata, pues está en riesgo la salud de las mujeres y cabe resaltar, además, que esta es una profesión que de manera histórica es ejercida por mayor cantidad de mujeres; en el marco de la lucha que justamente se conmemora el día de mañana, por los derechos vulnerados de las mujeres, es necesario tomar conciencia de los actos que vulneran a este grupo de mujeres servidoras de salud que luchan por la salud sexual y reproductiva de mujeres en un país en donde estos son vulnerados día a día.