Mano Alzada
Memoria, Opinión

Sobre atestados policiales y acusaciones de terrorismo

Escribe: Gloria Cano

Cuando uno examina las pericias realizadas a los cuerpos encontrados en el campo de tiro del cuartel “Los Cabitos” en Ayacucho, aparte de los disparos que acabaron con sus vidas, uno encuentra otras similitudes, como son, la fractura de las rodillas y de los huesos de los pies.

Si uno lee o escucha los testimonios de los jóvenes que sobrevivieron a la tortura en dicho cuartel, te das cuenta de las “técnicas” de interrogatorios a los que fueron sometidos: colgamiento, ahogamiento, electricidad, golpes en las rodillas, en los pies, violación. ¿Las torturas se iniciaron con los militares? ¡Por favor! Los militares fueron asistidos por grupos de Policías (PIP) procedente de los grupos operativos antisubversivos GOAS, así lo han declarado en el proceso judicial, que era llevados al cuartel para los interrogatorios en conjunto con los militares de la casa rosada.

Pero desde antes del ingreso de los militares a la lucha antisubversiva, ya se denunciaban las torturas ejecutadas por la policía por parte de la población que era detenida “sospechosa” de terrorismo. He visto personalmente muchos atestados policiales que señalan que el sospechoso(a) tenía un discurso de izquierda, por lo tanto, posible terrorista, o que estaban inmersos en luchas sindicales, vecinales o estudiantiles, ¡entonces terrorismo! Incluso, algunos atestados señalaban tener información confidencial que tal o cual persona se reunía con otra persona que les parecía “sospechosa” y esta actitud hacía que lo tomaran como posible involucrado y, a partir de ahí, lo mencionaban en cuanto atestado policial tuvieran que confeccionar como miembro de una “célula terrorista”.

Asumí la defensa de los pobladores de la comunidad de Iscahuaca, todos aparecían en un atestado policial como miembros de Sendero Luminoso, ellos que habían sido víctima de Sendero, quienes habían llegado, quemado el pueblo y secuestrado a jóvenes. Las fuerzas del orden, en lugar e protegerlos, los incluyeron en atestados como miembros senderistas. Luego de varios años de vivir a salto de mata por estar todos buscados (no habidos), tuvieron que ser absueltos por el Poder Judicial.

Es una vergüenza que, a pesar que se demuestre que judicialmente no se encuentre evidencia alguna de vinculación con el terrorismo, se siga con el mismo argumento. Que una exfiscal de la nación diga que su institución no lo acusó por miedo. Que lo interpelen por otra cosa, por el uso de las comunicaciones oficiales o por una pésima gestión, pero ya basta de estigmatizar a la gente.

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