Escribe: Milagros Salazar, presidenta del Frente de Defensa de Marcona
Hace aproximadamente 12 años venimos denunciando los conflictos por el territorio, allí donde opera con muchas irregularidades la minera china Shougang en la ciudad de Marcona, con respecto a las condiciones de trabajo, salud y protección del medioambiente. Esta vez están atentando contra nuestro derecho de acceso a una vivienda, nos están negando la posibilidad de construir un espacio en donde podamos vivir dignamente. A la empresa no le importa en absoluto el esfuerzo y sacrificio que cuesta adquirir una casa y por eso utiliza cualquier método para amedrentarnos.
En el emblemático Asentamiento Humano Ruta del Sol, específicamente en el último tramo, la minera utiliza todo su poder para evitar que 18 personas, entre ellas mi hermana, puedan levantar allí sus viviendas. Shougang, aunque no sea cierto, se presenta como dueña del suelo y el subsuelo, y aunque construyamos en nuestros propios terrenos, se siente con tanto poder que nos amenaza diciendo que destruirán lo que hagamos. Sabemos que la compañía contrata delincuentes para que invadan, saqueen y destruyan lo que vayamos haciendo; al día siguiente, viene personal de la minera a ‘constatar’ y cercar el terreno colocando desmonte, diciendo que nadie más puede entrar ya que es propiedad privada. Anteriormente, hubo balaceras y golpes, incidentes en los cuales se detuvo a trabajadores de la minera; se hicieron las denuncias pero nada se investigó.
Esta vez, se apoyó en la autoridad policial. De forma cobarde ha dejado sin techo a varias familias, golpeando a jóvenes y madres con bebes en brazos, robándoles sus cosas, pero sobre todo el derecho de vivir en paz.
Desde hace cuatro días, mi hermana viene siendo amedrentada de forma atroz. Mi esposo y yo hemos tenido que venir a apoyarla, no podemos dejarla sola. Ella intenta construir una casa para su familia, y ante cada intento vienen patrulleros policiales a amenazarnos e intimidarnos. Si salimos, tenemos que hacerlo de a 2 ó 3 personas, el patrullero nos sigue a donde vayamos. Si el albañil empieza a trabajar levantando la pared, los efectivos policiales nos rodean y llaman a más patrulleros, quienes han intentado llevarla detenida porque trajimos maquinaria para que se lleve todo el desmonte que Shougang ha puesto en el terreno. Desde las 4 de la madrugada nos espían por la ventana, nos provocan, quieren que reaccionemos y respondamos igual pero no lo haremos. No aguantamos más este hostigamiento. ¡No es justo! A mi hermana le robaron todas las cosas de su casa, estamos durmiendo en el suelo y pasando días muy terribles, fuimos a la comisaria a poner la denuncia; sin embargo, ‘se traspapeló’ y ya no se pudo hacer nada más. Ella es una persona delicada de salud, es hipertensa y diabética, no podemos seguir viviendo con miedo.
En principio no comprendemos que hace la policía trabajando para una empresa privada, ellos son servidores públicos, el Estado no debería permitir más este tipo de situaciones. Como familia, no podemos soportar tanta injusticia y abusos, esto es un ensañamiento contra nosotras porque siempre hemos denunciado los abusos y hacemos frente a las problemáticas que, como pobladoras y pobladores, nos aquejan y afectan.
El Gobernador Regional no dice nada absolutamente nada, aunque muchas veces le hemos pedido intervención. Las instituciones están altamente relacionadas con la minera, no nos han hecho caso. Desde el Frente de Defensa hemos solicitado que se forme una comisión para exponer temas prioritarios de salud, medio ambiente, trabajo, tierra y territorio a los consejeros y demás autoridades, tal cual se acordó oportunamente, que incluyó los abusos que recibimos de Shougang. Una vez más ignoraron nuestra propuesta.
No soportamos más vivir bajo esta injusticia, la minera está atentando gravemente contra nuestro derecho de acceso a la vivienda, a la paz y la tranquilidad. Estamos en completo abandono del Estado, amenazadas y amenazados por las fuerzas de seguridad quienes resguardan intereses privados.
¡Que respeten nuestro lugar en el mundo!
