Nadie se salva. Ningún presidente elegido por elección popular en el Perú se ha librado de ser investigado y procesado por la justicia. El caso más emblemático es el de Alberto Fujimori, quien gobernó en una autocracia en complicidad con su asesor Vladimiro Montesinos. Juntos robaron, corrompieron y mandaron a matar a cientos de personas, por lo que Fujimori fue condenado a 25 años de cárcel.
Ahora libre gracias al indulto de otro investigado, Pedro Pablo Kuczynski, está a la espera de la sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos por el indulto “trucho” que se le dio debido que PPK estaba en la picota y no quería ser vacado, por lo que negoció con Kenji Fujimori la libertad de su padre a cambio de votos, lo que fue comprobado luego en la segunda vacancia, por lo cual renunció.
Ollanta Humala estuvo preso junto con su esposa Nadine Heredia, por declaraciones de testigos brasileños sobre entregas de dinero para su campaña a la presidencia de parte de Odebrecht. La prisión “preventiva” de Ollanta Humala, decidida por el juez Carhuancho fue muy criticada porque ellos manifestaron estar siempre a disposición de las investigaciones, asistiendo a sus citaciones y con arraigo en el Perú, por lo que no había peligro de fuga. A pesar de ello, el juez decidió meterlos presos.
Alejandro Toledo tiene un proceso de extradición en curso por recibir sobornos de Odebrecht. El expresidente tiene orden de prisión preventiva por 18 meses pero se encuentra radicando en Estados Unidos desde hace un año sin visos de regresar a enfrentarse a la justicia peruana. El cuadernillo de extradición, ya traducido, ha sido entregado a las autoridades estadounidenses y en ellos se explica que expresidente está siendo procesado por los delitos de tráfico de influencias, colusión y lavado de activos en agravio del Estado peruano por sobornos al entregar la licitación de los tramos II y III del Corredor Vial Interoceánica Perú-Brasil.
Y justamente, su primer ministro y ministro de Economía, Pedro Pablo Kuczynski, elegido años después como presidente, ahora es investigado junto con el siempre ubicuo Alan García, por los aportes recibidos de Odebrecht.
El fiscal José Pérez les ha abierto investigación a Kuczynski, García y Toledo bajo la ley contra el crimen organizado debido a las declaraciones de Jorge Barata, quien señala que la empresa Odebrecht aportó a las campañas de los tres políticos. Como era de esperar, los tres señalan que no recibieron nada.