El alcalde provincial de Trujillo, Arturo Fernández Bazán, en su carrera política, ha ido demostrando que necesita probar algo, seguramente por eso despertería la curiosidad de los seguidores de Freud por tanto huaco erótico suelto en plaza.

Esa misma necesidad de probar que es fuerte e importante, hace que responda violentamente a quienes considera inferiores, lo ha hecho con regidores, tratándolos con una brutalidad digna de mejores causas, como perseguir agresores sexuales.

Llegando uno de ellos a querellarlo por buscar ofender a su esposa cuando este le reclamaba el por qué se presentaba a una sesión de consejo echado en su cama y comiendo.

Y ahora último lo hizo con dos periodistas, a quienes intentó humillar burlándose de ellas con respuestas, por decir lo menos, asquerosas, frente a las preguntas de por qué “adorna” la municipalidad con penes, configurándose el delito de acoso laboral sexual.

Es evidente también que Fernández Bazán está actuando para sus pares y estos les responden con risas y asentimiento a sus ataques misóginos, es imposible olvidar las risas luego de que tratara indignamente a las dos periodistas, o cuando intentó “coquetear” con Juliana Oxenford en una de las performances más ridículas de la historia de la política peruana.

La necesidad de publicidad y de aprobación masculina del alcalde es tan grande como los huacos eróticos que promociona. ¿Qué es lo que le falta y qué es lo que le sobra a Fernández Bazán para mantener esa obsesión? ¿Qué espera la Fiscalía y Servir para inicarle de oficio procesos frente al ambiente hostil, la violencia y la degradación a la que está sometiendo a quienes tienen que interactuar con él?

La Defensoría del Pueblo mostró su rechazo a la actitud del alcalde y le recordó “que autoridades ediles deben adoptar acciones para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra mujeres en sus localidades, luchando contra estereotipos de género y patrones culturales que las deshumanizan y las convierten en objetos de satisfacción sexual”, pero se necesitan acciones más efectivas contra este personaje.

Acá un resumen de algunas joyas del alcalde, que fue expulsado de Alianza por el Progreso, recayó en Somos Perú y que tal vez pretenda pasar por loco.