Por Christian Wiener
En el Congreso de la República empezó a ser debatido el Dictamen del proyecto de nueva Ley de Promoción de la Actividad Cinematográfica y el Audiovisual Peruano, que había sido aprobada hace poco más de un año en la Comisión de Cultura y Patrimonio Cultural, y guardaba el sueño de los justos para ser debatida en el pleno.
La propuesta final toma como base la iniciativa de hace dos años del Ejecutivo, a los que se ha realizado algunas ajustes y enmiendas puntuales, y parte del proyecto de ley de cine indígena planteado por la congresista Tania Pariona.
En lo sustancial, el centro de la propuesta sigue siendo que el Estado dote de más presupuesto para los concursos cinematográficos (6000 UIT), pero no vía un fondo autónomo como en un principio se planteó, sino con recursos del presupuesto (lo que siempre lo hace precario).
El 40% de esos fondos se destinará para promover la actividad cinematográfica y audiovisual en las regiones. El otro punto importante es establecer regímenes de incentivos fiscales tanto para la inversión nacional como extranjera de producciones previo reconocimiento del Ministerio de Cultura.
Hay, sin embargo, algunas objeciones importantes que en todo este tiempo aún no han sido resueltas, como la reducción significativa de los derechos, en cuanto a participación e ingresos, de los trabajadores cinematográficos y audiovisuales peruanos frente a la Ley actual.
Otro gran vacío es lo referente a la exhibición en las salas cinematográficas, donde no se contempla ya no hablemos de cuota de pantalla, pero cuando menos el mínimo de mantenimiento en las salas de las películas estrenadas, reducido todo a un asunto contractual y desigual frente a los distribuidores de los “Avengers” que, ya sabemos, casi siempre es letra muerta.
Por último la tan ansiada Cinemateca Peruana para preservar nuestra memoria audiovisual, parecen creer que basta con poner el nombre al archivo existente del Ministerio de Cultura, sin ningún tipo de autonomía, organización ni presupuesto.
¿Y en qué quedó lo del proyecto de constituir una en el Cusco para el bicentenario? ¿Por qué no se incluyó eso en el dictamen si ya habría la decisión por parte del Ejecutivo, reacio hasta hace un tiempo, de llevarlo a cabo? Son algunos de los temas que hemos venido planteando desde que empezó este nuevo intento legislativo de ley de cinematografía, y que reiteramos ahora que se ha vuelto a abrir el debate. Por el momento, sin embargo, el núcleo duro del fujimorismo ha pedido un cuarto intermedio para tratar de dilatar, sino cancelar la iniciativa.
Se sabe que a ellos no les interesa la cultura, y que van a usar el tema para los ataques personales, como sus operadores mediáticos. Por eso mismo es importante defender lo avanzado, pero sin olvidar que hay todavía en este campo, como decía el poeta, “muchísimo que hacer”.
Foto de portada: Cinencuentro