Andrea Rivera Sánchez (25) era una joven madre de dos hijos que terminó su vida al cruzarse con la insania de Jean Piero Castro Gouveia (37), quien no dudó en degollarla frente a sus hijos el 28 de noviembre de 2018 en Chorrillos.
Desde esa fecha hasta hoy, la madre de Andrea, Mónica Sánchez, no se cansó de peregrinar día tras día para que el Poder Judicial le hiciera caso. Como veía que estaba perdiendo el tiempo y con la indiferencia del Estado a cuestas, decidió contactarse con feministas, quienes empezaron a impulsar el caso de su hija para que se hiciera justicia.
Así, con el apoyo de vecinas y colectivos feministas, la señora Mónica Sánchez realizó dos plantones en agosto frente al Penal de San Juan de Lurigancho, en donde se realizaba la primera audiencia, un año después de la muerte de su hija, y con el riesgo de que el asesino salga libre al vencerse su prisión preventiva.
La señora Sánchez también tuvo que contratar a un abogado particular y asesorarse con la abogada del CEM de San Borja, pues en el primer CEM al que acudió, el de Chorrillos, no le hicieron caso, recomendándole que busque un abogado particular porque no tenían tiempo para atenderla.
Ella también tuvo que enfrentar la muerte temprano de su esposo, quien dos meses después del cruel asesinato de su hija, murió de infarto.
A pesar de todo ello, la señora Sánchez se mantuvo fuerte en su convicción de que el asesino de su hija pueda pagar lo que hizo contra ella y sus nietos. Hoy, ellas han encontrado un poco de justicia.
Jean Piero Castro Gouveia fue condenado a cadena perpetua y al pago de una reparación civil de S/172,800 a favor de los hijos de la víctima.