30 de junio 2020
Querida Fantasy de Lookingflowers:
¡Amiga Fantasy! ¿Cómo has estado? Chica, se acaba este aislamiento social, y hemos sobrevivido, al menos, este periodo de cuarentena. Espero no te haya pasado nada en Canadá. La idea es vernos y abrazarnos y hacer las locuras de siempre, aunque al parecer ya no se puede. ¡Ay no! Yo quería abrazarte en la Plaza San Martín, bajo la mirada de los fletes, que deben estar con hambre amiga; luego caminar hacia la cucaracha y terminar –como tantas veces- en la agencia, bailar y ver al osito nuevamente, ¿habrá sobrevivido? ¿Las mariconas de la cucaracha estarán bien? Quiero verte Fantasy, espero que los papeles se hayan movido y ya estés disponible. Te veo llegando en vuelo humanitario de Air Canada, o seguro un vuelo chárter.
Cabra, hoy es nuestro día, la Navidad Marica como le decían mis amigas en Chiclayo, ¿vas a celebrar? ¿Harás alguna de esas huachafadas que han propuesto las horrendas y “sagradas” de siempre? Yo no, no tengo nada que celebrar, ya celebré mucho, demasiado, cuando creía en lo que se hacía, cuando tenía la ilusión de que existía un movimiento o algo parecido a ello. Ahora solo existe remedos de organizaciones, algunas unipersonales que solo responden a intereses individuales, a puros deseos de arribistas, ¡qué tal hijas/os del sistema que impera en nuestro país! Esperan también que les “chorree” algo. Se dicen dizque “activistas”, pero creo más bien que nuestro país escupe sus propios productos, Marca Perú le llaman, por lo que diría que son “activistas informales”, que operan conformen a una economía/política informal, a una sociedad informal, eso son, impulsadas por un individualismo de mercado. Claro, ¿por qué tendrían que ser diferentes? Si nuestro país es un gran corralón informal, donde cada una debe aprender a sobrevivir como sea. Además, ahora hay otras que han hecho un mercado con el pinkwashing. ¡Encima les dan diplomas por dizque defender nuestros derechos! ¿Eso no debería asegurarlo el estado y hacer que se cumpla tanto en el ámbito público como privado? Ves chica, eso pasa cuando el puto estado no hace su trabajo csm, y ahí aprovechan esas pendejas para encima sacar provecho particular de ello. Y otras que ahora también han visto un negocio redondo el usurpar vivencias y experiencias realmente racializadas y precarizadas para convertirlas en un performance exótico y autodenominarse desde ese margen. Pretender ser pobre, nada más lejano a sus propios privilegios reales. La cabra pobre, marrona, tinkeada, con una verdadera vida inhabitable termina siendo convertida en una evidencia, en un dato para satisfacer la mirada de su sponsor, su auditorio y así ir reproduciendo su estatus de privilegio desde la mera enunciación performativa. ¡Vale llorar además!
Y sobre la política, qué te cuento amiga, pues lo de siempre, otro vacío que ha sido llenado por otras organizaciones con dinero, pero mercenarias, pues no les interesa nuestra agenda, ni nuestras luchas, solo les interesa su ego, sus intereses, y encima ni con su dinero, porque se buscan sugar daddies que encima les monten la pantalla. Ay chica, ¡qué suerte tienen las vedettes! Debimos haber sido vedettes, ¿ves? Ahorita seguro ya teníamos armada la tienda, incluso hasta nombre nuevo, y muertas de envidia muchas, las pobres ah, no nosotras. Te decía, ahora existen escuelas políticas para las mariconas, pero que no son impulsadas o lideradas por las verdaderas organizaciones de base, sino por las organizaciones con plata. Un desastre, porque encima al no tener miembros deben recurrir a “especialistas” que ni conocen la temática maricona, es decir, otra cojudez, y que termina blanqueando la lucha política pues te dicen qué decir, cómo actuar, cómo ser políticamente correcta, todo lo contrario a lo que necesitamos, teniendo en cuenta que cumpliremos doscientos años de independencia y seguimos siendo la población más excluida en términos de derechos. ¿Qué hemos obtenido de todo estos años que se nos ha dicho que debemos ‘negociar correctamente’ con el estado? ¿Qué resultados tenemos luego de que se nos dice que debemos estar agradecidas o que debemos aplaudir por el “gran” saludo municipal? ¿Qué hemos obtenido de estar sentadas como huevonas en esas mesas sectoriales en uno u otro ministerio? Pues nada, son solo otros gestos performativos, que no tienen –y deberían- traducción en un mejoramiento de nuestras condiciones de vida. ¡Nada! Ni en las mejores épocas de harto trabajo político. Encima se hipotecan al estado para que este pueda decir que es inclusivo y que cumple con el diálogo con las rosquetas. La situación no ha cambiado nada desde que los primeros cronistas de la conquista enquistaron el término “indio sodomita” para justificar la conquista y la dominación en estos territorios.
¿Será por eso tanto odio hacia nosotras? Pues usaron una práctica nuestra para homogenizar, catalogar y martirizar a toda la población de un imperio. Pareciera que sí, que al final es un resentimiento hacia nosotras, porque al parecer fuimos la justificación para la dominación. Pero lo que no saben ellos es que aquello no era ni es una práctica exclusiva de nosotras, las mariconas que se nombran como tal. También era y es una práctica de muchos, de todos, pues incluso hasta antes de la conquista, esta era una práctica ritual mística y religiosa, era parte de la integración y cohesión social, usada en templos sacros, administrada por personajes sabios y a donde acudían los grandes señores gobernantes. Ahora sigue siendo una práctica extendida y mucho más democrática. Así es amiga, y siempre ha sido así, este es el país del mostacerío, somos un país cacanero, que llora, sufre, pero igual muerde la sábana para reconocerlo.
Te has dado cuenta, seguro, de que ya me llega todo, estoy harta, sí, debo reconocerlo. Harta de que sigamos pensando que estamos logrando cosas, ¿acaso las cabras son ciegas? No pueden ni identificar sus propios racismos ni clasismos. Les llega a la teta, más si se los haces saber. Creen ilusamente que la mariconada vive de espaldas a la economía, el mercado o la política de poder global, y eso no se lo dicen quienes han estado viviendo de ellas cual chupasangres, porque se entiende que si para algo bueno son las mariconas, es para lo mismo, para seguir siendo dominadas, explotadas, subordinadas, empeñadas y hasta despojadas de su inhabitabilidad, y haciéndoles creer que son importantes por eso, sangre barata diría una amiga mía que no veo hace mucho, y sí, la sangre de las cabras les sale súper barata.
Es junio, amiga, será otro 28, otro día del orgullo, convertido ahora en colorinche para que las marcas de empresas se sientan que también están acordes con los nuevos tiempos, que son modernas, pero es solo otro gesto, pues la realidad virtual lo soporta todo, mientras que la realidad material nadie le hace caso. Es increíble ver ahora nuestro orgullo, que tanto costó, convertido en un producto mercantil, pero lo peor es ver a las cabras que se la comen todita, doblada y subtitulada. Ellas se creen incluidas, se creen que viven en Ámsterdam seguro, pero no saben que antes toca pelear y eso aún no se ha hecho, las que dicen que sí, han vendido su alma al mercado y a su empleador seguro, hipotecadas como dice la Jaramillo, qué tal astucia.
Bueno, amiga, me pondré a preparar el apocalipsis que se viene. Y no me refiero al nuevo bicho, sino más bien a la extendida idea y espíritu de que estamos mejorando.
Besos y espero nos veamos pronto.
Tuya
Zoraida de las Nuevas Periferias