Tuvimos la oportunidad de entrevistar a la actriz y directora de teatro Ebelin Ortiz, quien ha traído la adaptación de “A Raisin in the Sun”, de Lorraine Hansberry, al Perú, y de la mano de un equipo de talsntosos actores y actrices afroperuanos, la presenta con el título de “Como una uva seca al sol” en el Teatro Antonio Banderas del Centro Español del Perú.
La obra, profundamente política, nos habla sobre la adversidad y los sueños inconclusos, pero también de los límites de la dignidad y de cómo es posible superar los problemas abrazados a otros que nos aman y nos protegen. “Como una uva seca al sol” estará en escena hasta el 7 de octubre. Las últimas funcione son este lunes 30 de septiembre, y el jueves 3, viernes 4, sábado 5, domingo 6 y lunes 7 de octubre a las 8 pm ( el domingo a las 7 pm). Las entradas se venden en Teleticket.
Mano Alzada: ¿Cómo nace la idea de hacer esta obra?
Ebelin Ortiz: Porque en Bogotá conocí a Indira Serrano, que es una actriz afrocolombiana, y después de estar conversando largo rato por un lindo parque que hay ahí en Bogotá, muy grande, no recuerdo cómo se llama, me habló de esta obra, me dijo que ella le había dicho la traducción, le había puesto en Bogotá. Entonces, la leí, me pareció interesante, me pareció oportuna. La segunda vez que la leí ya estaba soñando con hacerla y tenía algunos actores en mente para hacerla, la mayoría de los que pensé está aquí. Y ya la tercera vez que la pensé, ya fue como para aterrizar más el que quería hacerla. ¿Qué me motivó? Supongo de lo que habla, de la dignidad, del vivir bien, del respeto a uno mismo y, además, tiene temas transversales como el racismo, la discriminación, la misoginia, el machismo, el matriarcado.
MA: Y ya lees el guion, ves que es bastante largo, igual en tu mente estás pensando en cómo realizarla.
EO: Para mí no fue larga. O sea, la leí de un tirón. Dicen unos maestros que las obras se deben leer así de un tirón, si la dejas en algún momento es porque algo no está o no te toca. Y yo me la leí de un tirón. Me la leí de un tirón en el vuelo Bogotá Lima, me la leí de un tirón aquí en Lima sentada en el sofá de mi casa. La segunda vez también, entonces no sentí que fuera larga.
MA: Pero luego la puesta en escena es de dos horas y es como poco usual.
EO: Hay de todo. Acabamos de tener a Tito Andrónico con cuatro horas. El que sea de dos horas no la hace una obra larga. Creo que es una obra de, digamos, tiempo normal, yo hice “La doctora” que también tenía dos horas. Estoy acostumbrada a esas obras.
MA: ¿Y es tu primera obra como directora?
EO: Por encargo he dirigido y esta es la primera obra que hago porque yo quiero hacerla, como proyecto personal.
MA: ¿Y cómo es tu trabajo como directora? ¿Cómo es tu proceso de empezar a hacer la obra?
EO: A mí me gusta mucho hacer mesa, trabajo de mesa, leerla y releerla, armar, en este caso, la obra tienela familia que es la central y después los otros personajes. Pero tiene subnúcleo, mucho subnúcleo. Entonces las escenas con la madre y el hijo de la esposa y el esposo, de la hija con la mamá. Me gusta hacer mesa y en esta mesa escarbar todo lo que podamos para partir del entendimiento de los actores empezar a crear, que además los dejo en libertad para que ellos propongan. Y yo los veo y voy afinando de emociones, en posiciones, quizá, pero me fijo básicamente en los personajes.
MA: Y cuando pensaste en el casting, en los actores, tú dijiste que están casi todos los que pensaste ¿Cómo fue el proceso de selección?
EO: A todos casi los conocía de cerca, salvo a uno, a Omar, había compartido con él un espectáculo, lo había visto en Qué tal afro, lo vi también en La Barragana y es un chico que me llamaba mucho la atención y le escribí, le dije quién era yo, que quería dirigir una obra de teatro, que me gustaría que él leyera la obra y que me dijera que le parecía. Y así hice en realidad con todos. Con Cecilia, con Herbert. Marta Muñoz era una de las actrices que yo tenía aquí, entre ceja y ceja. No me equivoqué con ella. Después tuve un par de actrices antes que Mera y una por cuestiones de salud y otra porque se iba del país no pudieron seguir con nosotros. Pero básicamente todas las personas que yo pensé son los que están ahora.
MA: Y es una hora completamente de actores afroperuanas, ¿no es cierto?
EO: Es verdad. La obra se estrenó, se escribió en el 52, se estrenó en el 58. Fue la primera obra de temática afro que llegó al circuito Broadway, la quinta dirigida por una mujer. Y ha tenido en el estreno, estuvo Sidney Poitier, la segunda vez que se pone en Broadway fue con Puff Daddy, y la tercera vez en el 2014 con Denzel Washington. Es una obra que está catalogada como clásico moderno. Y hoy pienso que, si estuviera ambientada en el Perú y en la actualidad podría hacerse con andino, con amazónicos, con inmigrantes, con familias mixtas. Yo decidí ubicarla como el original que es en el año 58 en Chicago, porque creo que la distancia hace que nosotros nos veamos con menos, no es la palabra justicia, porque no es exactamente lo que quiero decir, pero lo miramos como con una distancia que hace que hace que no juzguemos si estuviera tan cerca.
MA: Cuando retratas esa época, evidentemente ya hay algunos derechos civiles para la población afroamericana
EO: Están en pleno proceso. Hay una frase que está en la obra y que es “Yo tengo un sueño”, que años después amplía Martin Luther King en ese en este discurso en el Lincoln Memorial. Creo que es una obra adelantada también a su momento, que deja muchas cuestiones también y permite al espectador resolverlas.
MA: Cuando leí un poco sobre la escritora Lorraine Hansberry, ella se basa en una historia que ella misma ha vivido.
EO: Correcto.
MA: Una situación en donde no dejaban que vivieran en un barrio de blancos. No se hizo la serie “Them”.
EO: No la llegué a ver todavía.
MA: Es la misma historia, pero en género terror, que igual para las personas que lo viven es un momento terrorífico.
EO: Es un momento terror, por supuesto. Lo que pasa es que claro, como digo, la distancia hace que nosotros no lo veamos con este rigor. La distancia hace que efectivamente seamos espectadores de eso y cuando termina lo que terminas tú es con cuestionamientos.
MA: Claro, pues nos puede ser increíble, que algo así suceda, que haya sucedido también, pero luego vemos cómo se mata afroamericanos, por ejemplo, Estados Unidos, a pesar de los avances culturales y legales, el racismo sigue fuerte imponiéndose en el mundo.
EO: Pero no solo en Estados Unidos con los negros, aquí con el andino, con el negro, con el amazónico, con el que creemos nosotros es diferente.
MA: Tú crees que este tipo de obras, que pueden ser también andinos o LGTB, por ejemplo, son apuestas políticas.
EO: Todas las obras tienen algo que decir, desde la más, digamos, fresas, si quieres llamarlo de alguna manera, comercialísima, hasta lo más Yuyachkani en nuestro caso. Yo creo que todo es político, todo habla de la política. O lo entiendes así o no. Pero todo al final termina siendo política. La negociación para estar aquí en el teatro tiene que ver con la política. Es una política para conseguir, no sé, que esté limpio a tal hora. Esos tratos son tratos políticos, todo está lleno de política, lo que pasa es que nos han vendido la política como lo que sucede en los gobiernos y la política es mucho más amplia.
MA: Claro, también una sensación de apoliticidad dependiendo del contexto político. No te quieres meter en eso porque te ensucia, te genera problemas, porque te pueden decir a estas alturas terruco o cosas así
EO: Sí, yo soy una kamikaze.
MA: ¿Has tenido dificultades para conseguir los financiamientos? Tú vas y ofreces tu obra y dices que es una obra hecha solo con afroperuanos, tiene mucho valor y te abren las puertas o no.
EO: No necesariamente. He tocado muchas puertas. Algunos me las han abierto con mucha amabilidad. Y otros no, porque no les interesa, porque no lo ven como algo necesario. Y está bien, son sus empresas. O porque no soy una productora conocida. Como producción, esta es la primera producción que hago. Entonces, claro, cómo vamos a saber si es que soy confiable o no. Me abrió las puertas la Embajada de Estados Unidos, porque el texto es americano, y Yanapakuy, una ONG una ONG que hace trabajo con personas vulnerables, con adultos mayores, con mujeres, de vasos de leche, de comedores populares.
MA: ¿Y cómo has visto el recibimiento del público?
EO: La gente se va muy conmovida, me hubiera gustado, me gustaría que venga más gente. Ahorita mismo el teatro está pasando por una situación de crisis, estamos en crisis un poco, donde teatros que siempre veíamos llenos también están con problemas de público, tratando de enamorar a cada persona. Yo me he ido a volantear al estadio de Matute cuando iba a haber un partido de fútbol de alianza. Me he ido a una feria de empaques. Escribo a las personas una por una de forma personalizada para vender mis entradas. Hay que buscar las formas.
MA: En este contexto, ¿cuáles son los retos del teatro en el Perú?
EO: De hecho, estamos sufriendo la recesión, eso es un hecho. Pero también creo y siempre lo digo, que los gobiernos han procurado que las artes sean mal vistas, que nos miren como mendigos, que estamos detrás de la teta del Estado, cuando eso es total y absolutamente falso, salvo que postules a los incentivos que hacen y yo he procurado no hacerlo. Nunca lo he hecho y espero no tenerlo que hacer. De repente tengo yo algunos privilegios que otros grupos no y hay que abrir las oportunidades para todos, pero creo que, desde el gobierno, desde el Estado, tienen que empezar a mirarnos de otra manera. Fomentar las visitas al teatro, la lectura, el Perú es el país latinoamericano que menos lee y me incluyo en ese menos lee, y eso se enseña desde el colegio. Hablan de cómo Argentina, por ejemplo, tiene Corrientes y la gente va mucho al teatro, aunque los mismos argentinos dicen que no tanto, pero si hacemos una comparación, pues sí, y es porque desde niños incentivan la visita al teatro, incentivan la visita al cine, a los museos, a la lectura. Y, como digo, los últimos gobiernos han procurado que eso no sea así.
MA: Argentina tiene una calle completa llena de teatro
EO: Correcto, Corrientes.
MA: Hace poco fue el día del actor y actriz. Creo que tú estuviste presente ese evento que se realizaron en el Ministerio de Cultura. ¿Qué se siente celebrar algo donde tú sabes que eres la parte más precaria?
EO: Tuve la oportunidad justamente a una pregunta que me hizo la mediadora. Yo sabía que en algún momento iba a querer decir lo que dije. Y la verdad es que uno de mis compañeros me la puso ahí, me la puso servida, porque yo le decía que ante la pregunta de cómo así yo había decidido, los que estábamos ahí habíamos decidido ser artistas, yo le respondí que estaba viviendo mi sueño, que desde niña yo sabía que esto era lo que quería hacer y que todavía me faltaban cosas por cumplir en este sueño que yo tengo. Y uno de los compañeros dice: “Será una pesadilla”. A lo que yo respondí: “Pesadilla es tener que pagar ahora 350 soles para una calificación cuando hace unas semanas hemos pagado 70 soles”. Y hablé también de cómo se reparte la torta de la taquilla, que tenemos a sociedades de gestión como APDAYC y Unimpro, que quieren 10%, 8% y, además, pagar el 10% si es que estás haciendo una obra de autor o vivo o no con el tiempo reglamentario para no pagar derechos. Al final, con todos estos descuentos, queda 20% para el performer. Y de qué estamos hablando, cuando todos también hacemos una inversión de tiempo, de pago de pasajes, que nadie te los paga, y si tiene suerte de que te paguen ensayos, bueno, qué suerte, pero probablemente la mayoría no. Y uno de los funcionarios, al terminar el conversatorio, me dio explicaciones respecto a por qué se había subido, que había sido el MEF, que había subido, esa tasa, que todas las tasas habían subido y que también estaba inmersa esta y le dije: “Bueno, pero a quién le preguntaron si a nosotros nos atañe”. Entonces, sí, te voy a decir que fui, pero sabiendo que en algún momento iba a levantar una voz de protesta.
MA: Claro, porque estamos ante un gobierno que hace las cosas a espaldas de los gremios. que reciben las consecuencias de sus decisiones sin diálogos.
EO: Correcto.
MA: ¿Proyectos futuros?
EO: No tengo ninguno todavía. Este año yo decidí que iba a ser el año de “A Raise in the Sun”, que es “Como una uva seca al sol”. Hice a inicio de año “La doctora”, hice también una película “Ramón y Ramón” de Salvador del Solar, pero digamos que mi energía, mi 24/7 está en esto y si algo aparece, aparece para ser un plus, no porque sea un proyecto meramente mío, ni algo que tenía planificado.
MA: Y Ramón y Ramón se estrena en el Festival de San Sebastián. ¿Cómo te sientes con ello?
EO: Yo le he dicho Salvador que me voy a ganar el premio a la mejor mirada. No quiero spoilear, pero es una película ambientada en plena pandemia, entonces todos estamos con mascarilla, con cosas en la cara.
MA: ¿Y tu papel, puedes decir algo acerca de él?
EO: No, es un papel cortito. Es un papel muy cortito. Muy cortito. Tengo dos escenas nomás.