En estas últimas elecciones municipales se ha evidenciado el debilitamiento del partido más corrupto de la historia del país: el fujimorismo.
Diethell Columbus, candidato por Fuerza Popular, obtuvo 2.8%, puntaje por debajo de Pablo Silva Rojas del Frente Popular Agrícola FIA del Perú (Frepap). Asimismo, solo obtuvo tres alcaldías a nivel nacional, en las alcaldías provinciales de La Libertad y Lima, confirmando así la debacle del partido naranja.
La derrota completa se dio en los gobiernos regionales, donde Fuerza Popular no logró colocar ni una sola autoridad. Los tres candidatos electos son: Odar Sánchez Peche en la provincia de Bolívar (La Libertad); en el mismo departamento, Benito Contreras en la provincia de Sánchez Carrión y Elva Dioniso en la provincia de Yauyos.
Si bien Columbus, contaba con atributos intelectuales, no convenció a la gente ni convocando a Keiko Fujimori como parte de su campaña. Como explicó el sociólogo Arturo Maldonado en RPP: “La caída de Keiko Fujimori afecta a Fuerza Popular y esto afecta a sus candidatos”.
En la misma línea, el analista Luis Benavente detalló: “Han llegado con un partido dividido, y con un desgaste era difícil avanzar. En las regiones en 2014 tuvieron mejores resultados, pero hay un desgaste también de Keiko”.
Pese a tener mayoría parlamentaria, los destapes de corrupción con los CNM audios, el blindaje a los magistrados involucrados, así como las pugnas internas entre los hermanos Fujimori, han conllevado al debilitamiento del partido. Incluso los propios seguidores pueden notarlo.