Aún no son gobierno, pero el fujimorismo ya hace todo lo posible por controlar los medios de comunicación para que los favorezcan y reescriban una historia vinculada a la corrupción y el narcotráfico como una de defensores de la democracia. La lavada de cara del fujimorismo ya no tiene ningún disimulo y cada día es más indecente.

Algunos detalles los podemos conocer por el editorial de hoy del director de La República, Gustavo Mohme Seminario, sobre su renuncia al cargo de miembro del consejo editorial. En este artículo narra cómo se da el despido arbitrario de Clara Elvira Ospina, la directora periodística de Canal N y América TV, por no querer servir a la campaña de Keiko Fujimori, luego de que ambas se reunieran y Ospina le señalara que ellos no tomarían partido por ningún candidato.

“El martes 20 de abril a las 9 a.m. se reunía Keiko Fujimori con Clara Elvira Ospina en las instalaciones de canal 4. En la conversación, la entonces directora periodística le comunicó que el canal no tomaría partido en esta segunda vuelta por ninguno de los dos candidatos”.

Según Mohme, dos horas después de esta reunión, se le comunicó el despido de Ospina por pérdida de confianza y a que la relación con los directivos se había desgastado.

“El lacónico mensaje transmitido fue que habían perdido la confianza en la directora periodística y que debía irse del canal. ‘¿Cuál es la razón?’, pregunté, ‘¡llevamos felicitándola por unanimidad en los últimos tres directorios! ¿Cuál es el hecho subsecuente que los motiva?’, insistí, para solo recibir como respuesta que la relación se había desgastado“.

A pesar de los reclamos, el despido arbitrario se consumó, Ospina salió y se decidió que el nuevo director periodístico sea Jaime de Althaus, de quien todos conocemos sus preferencias políticas, incluso llegando al nivel de compartir noticias falsas a través de sus redes sociales con tal de favorecer a Keiko Fujimori.

Para Mohme esto es una “leguleyada que busca imponer arbitrariamente a quien asumirá las riendas del principal canal de televisión del país“

Finaliza su editorial con un compromiso por la defensa de la democracia y la neutralidad periodística:

“En la familia Mohme tenemos claro que nuestra misión en el presente proceso electoral es informar sin censuras desde los medios en los que participamos. Este principio, que es una norma en nuestro diario, es una obligación en un canal de televisión que usa una señal que le pertenece a todos los peruanos. Opinamos, eso sí, en el editorial y alentamos una pluralidad de opiniones a través de sus columnistas en beneficio de los lectores. Seguiremos en la tarea, los mensajes de los candidatos tendrán espacio en estas páginas, especialmente los silenciados por esta marejada mediática que nos obliga a navegar a contracorriente“.