Isabel Cortez Aguirre, la candidata número 20 de la lista de Juntos por el Perú, es uno de los nuevos rostros de la próxima contienda electoral. Pero aunque muchas peruanas y peruanos no la conozcan, Isabel es conocida en el movimiento social de Lima por su constante lucha por condiciones laborales justas y la reposición de sus compañerxs obrerxs de limpieza pública en una batalla que no tiene cuando acabar.
Natural de Oxapampa, provincia de Pasco, Isabel asumió desde muy pequeña el cuidado de sus hermanos menores hasta que la extrema pobreza de la región la llevó a vivir en una casa hogar. A los 15 años, Isabel migró a Lima para buscar un futuro mejor a base de esfuerzo, comenzando a trabajar en un mercado. En el camino se convirtió en madre y, como muchas mujeres, afrontó una maternidad independiente sin ayuda. Desde hace 25 años, Isabel es obrera de limpieza y fruto de ese trabajo ha sostenido la educación profesional de sus tres hijos.
En 2009, Isabel decidió formar parte de un sindicato (Sitobur) ante los abusos de la empresa que la contrataba y de la Municipalidad de Lima al ser despedida para evitar ser trabajadora estable con contrato indeterminado.
“Me di cuenta que estando sindicalizados, organizados y unidos como un solo puño podremos vencer la injusticia, los atropellos y la vulneración de los derechos de los obreros de limpieza pública. Esto sucede en todos los distritos de Lima porque es uno de los negocios de los alcaldes con la finalidad de que los trabajadores no se organicen ni formen sindicatos”.
Desde su afiliación, Isabel logró que muchxs trabajadorxs puedan sumarse al sindicato y ante ello, la empresa optó por el despido masivo que lograron revertir en el Ministerio de Trabajo. Como dirigente sindical convocó a dos huelgas y fue parte de la demanda interpuesta a la Municipalidad de Lima e Innova SA ante el Poder Judicial.
“Fueron años muy duros…la lucha fue paralela contra la empresa y contra la Municipalidad porque se acababa la concesión y podíamos quedar en la calle”, recuerda Isabel con respecto al constante maltrato, acoso y hostilización que sufrió entre el 2012 y el 2016.
Para mujeres trabajadoras y sindicalizadas como Isabel, equilibrar el trabajo, la maternidad y la lucha, significa mucho esfuerzo y sacrificio. Las diversas vulneraciones que padecen van desde el hostigamiento hasta los despidos arbitrarios que aunque hayan logrado anular judicialmente, es ahí donde la burocracia municipal de la gestión de Jorge Muñoz, no logra reponerlas perjudicando su economía familiar y por ende su calidad de vida.
¿Cuáles son las principales propuestas de su candidatura?
Propiciar la derogatoria del Decreto Supremo 345-2018-EF que aprueba la Política Nacional de Competitividad y Productividad y del DS 237-2019-EF, que aprueba la ejecución de dicho plan. Además, la derogatoria del DS 214-2019-EF que privatiza las empresas públicas entre ellas Sedapal y la derogatoria del DS 261-2019-EF que afecta la negociación colectiva de los trabajadores estatales del régimen 276. Estos decretos supremos promueven la precarización de los derechos laborales y benefician a grandes empresas que lucran a base de explotación. Necesitamos mejoras en las condiciones de trabajo, jornadas de 8 horas que se cumplan, acceso a la salud, entre otros. Creo que los trabajadores del sector privado y estatal tendrán una representante que visualice las problemáticas que afrontamos en el Congreso.
¿Qué piensa sobre la creciente lucha latinoamericana por el derecho a decidir acceder a un aborto legal y seguro?
Felicito la lucha de las mujeres pues la decisión de convertirse en madre le compete solo a la mujer, en nuestro país ni siquiera las mujeres que salen embarazadas producto de violación tienen derecho a decidir.
¿Qué significa para usted la lucha de las mujeres?
Las mujeres somos valientes porque la mayoría asumimos la responsabilidad de sacar adelante a nuestros hijos, de cortar esa cadena de pobreza. En mi caso, mis tres hijos han estudiado ingeniería, la mayor ya es profesional y los menores están en sexto y séptimo ciclo.
Isabel representa a muchas mujeres: a las migrantes que día a día luchan por salir adelante en una ciudad enferma de racismo y discriminación; a las trabajadoras que están hartas de la explotación que vulnera sus derechos; a las sindicalistas que disputan su voz en el corazón machista de los sindicatos, pero que lideran la lucha en las calles a pesar de los golpes de la Policía Nacional del Perú; a las madres independientes que por diversas razones están encargadas íntegramente de todas las necesidades de sus hijxs y que a pesar de la ausencia de políticas públicas que las apoyen, siguen luchando para darles siempre algo mejor.
Ella es Isabel Cortez Aguirre y quiere barrer con la injusticia y la corrupción en el próximo Congreso de la República.
Foto Juan Zapata