Quieren volver a tener poder. Joaquín Ramírez y Alex Kouri, políticos investigados y condenados por corrupción, respectivamente quieren volver a tener las prerrogativas que otorga el poder y vuelven al ruedo electoral.
Alex Kouri
Luego de salir de la cárcel en junio de 2021, el excondenado por corrupción Alex Kouri Bumachar, se inscribió en la organización política Movimiento Regional Somos Callao con miras a los comicios de este año.
Kouri fue condenado a cinco años de cárcel por el caso Convial, en donde fue encontrado culpable del delito de colusión desleal en agravio del Estado, al favorecer a la empresa Convial con contratos valorizados en más de 32 millones de dólares, por lo que se le recluyó en el penal Ancón II y se le ordenó una reparación civil de 26 millones de soles.
Ahora, junto a dos prominentes exmiembros de Chim Pum Callao, vuelve a la política con el fin de hacerse una plaza en las próximas elecciones regionales y municipales. Sus acompañantes son Gioconda Tripi, fundadora de Chim Pum Callao, partido que manejó como quiso el Callao desde 1996 hasta 2018, y Diofemenes Arana, regidor de La Perla y luego alcalde cuando Patricia Chirinos, también militante de ese partido, se retiró para tentar el gobierno regional del Callao.
Joaquín Ramírez
El exsecretario de Fuerza Popular, brazo derecho y financista de Keiko Fujimori, y a quien se le perdió toda la contabilidad de sus empresas en un accidental incendio cuando estaba siendo investigado, también quiere su cuota de poder, esta vez en Cajamarca, y bajo el manto de otro acusado de corrupción.
Ramírez es precandidato a la alcaldía provincial de Cajamarca por el partido Cajamarca Siempre Verde, de Raúl Pinedo Vásquez, exalcalde de Cutervo acusado de los presuntos delitos de colusión agravada y falsedad ideológica, y por quien la Fiscalía pide nueve años de cárcel.
Todavía está en la mente de los peruanos las acusaciones dadas por un informante de la DEA sobre la actuación de Ramírez como testaferro de Keiko Fujimori, y a quien se le entregó 15 millones de dólares para ser lavados en los grifos que mágicamente constituyó como hábil emprendedor peruano.
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¿Estos dos personajes quieren volver a tener puestos de decisión en los gobiernos regionales y municipales porque han cambiado? ¿Esta vez abandonarán las malas artes y se reformarán para servir al país honestamente? ¿Hay un sincero deseo de mejorar las cosas en el Callao y Cajamarca? Lo dudamos.