Actando la sentencia del Tribunal Constitucional, que retiraba al acusado José Chlimper del Caso Cócteles, el Tercer Juzgado Penal Colegiado, presidido por Mercedes Caballero García, decidió extender los alcances de esta sentencia a los 32 acusados que venía siendo procesados, entre ellos la líder de Fuerza Popular, Keiko Fujimori.

La Sala consideró que los graves vicios procesales anotados por el Tribunal Constitucional no permitían continuar con un proceso limpio y justo, esto por las 19 subsanaciones y cinco versiones del texto acusatorio presentadas por la Fiscalía a cargo del Equipo Especial Lava Jato encabezado por José Domingo Pérez, y que fueron aceptadas por el juez de la investigación preparatoria Víctor Zúñiga Urday, quien no realizó un adecuado control de la acusación, pues en las subsanaciones se iban incluyendo hechos que no formaba parte de la investigación fiscal inicial.

A esta conclusión llegaron los jueces Caballero García y Max Vengoa Valdeiglesias, a diferencia de Nayko Coronado Salazar, quien votó en contra señalando que solo se debía excluir a Chlimper, pero el juicio contra los otros 32 debería continuar, subsanando las acusaciones sorpresas, pues ya se habían realizado 35 audiencias, y se estaba ad portas de la 36.

A pesar de que la Fiscalía apeló, que la respuesta de la Sala de Apelaciones se dé antes del 27 de enero, que es cuando se realizaría la última audiencia, es muy complejo, por lo que el juicio se quebraría.

Al volver a fojas cero, la acusación puede ser corregida, dividida en las instancias necesarias para facilitar el proceso y las diligencias, y valorarse nuevamente por el juez de control de acusación, ya sin los fallos de origen. Lamentablemente, muchos de los procesos serán sobreseidos y archivados en el camino.

La Sala de Apelaciones tiene la última decisión sobre si el juez Víctor Zúñiga Urday continúa en el caso, si se realiza la subsanación 20 por parte de la Fiscalía, o si el juez de investigación preparatoria retira las acusaciones sorpresa señaladas por el TC y el Juzgado.

El proceso sigue en pie y las pruebas siguen siendo las mismas, lo que ha cambiado es el tiempo, que en el Perú, no parece lineal, sino circular.