Darling y Jenny siguen luchando para que su hijo sea reconocido por el Reniec como hijo de ambas, con sus dos apellidos, como debería ser en cualquier sociedad civilizada que privilegie el interés superior del niño a contar con una familia y un nombre, y no a los prejuicios y la falta de reconocimiento de un país que se niega a garantizar la felicidad de sus ciudadanos.

Eso es lo que enfrentan día tras día las madres lesbianas en el Perú en donde no hay ningún tipo de reconocimiento a las parejas de lesbianas y gays, lo que se configura también en el abandono legal de sus hijos, quienes tienen que enfrentarse a una sociedad económica sin ningún tipo de herramientas legales que les ayuden a resistir.

La imagen puede contener: texto

¿Qué pasa con los hijos de parejas lesbianas y gays en el Perú? Pues no tienen los mismos derechos que otros niños a salud, educación, alimentos, protección social, herencia, sus familias no son reconocidas en los colegios, muchas no pueden celebrar el día de la madre en las actuaciones escolares, otras pueden ser impedidas de matricularse en alguna institución educativa para “evitarse problemas”.

La campaña Tengo dos mamás busca visibilizar esta realidad y mucho más, desde hace cuatro años vienen dando una lucha incansable por el reconocimiento legal y social de los hijos de familias homoparentales, porque en el Perú la ciudadanía se alcanza a punta de batallas que pelear. Darling y Jenny la están dando, y no se cansan.

El dato

El proyecto de ley de matrimonio igualitario lleva dos años congelado en el Congreso sin pasar aún ni por la Comisión de Justicia ni por la de Constitución. Para poder casarse, muchas parejas de lesbianas y gays viajan al extranjero, pero luego en el Perú este contrato no es reconocido. Hasta el momento hay cuatro casos de parejas casadas fuera del país que han demandado al Estado peruano, los más conocidos son los de Oscar Ugarteche (a la espera de una sentencia del Tribunal Constitucional) y Susel Paredes (a la espera de la resolución del Poder Judicial en segunda instancia).