Yeni Vilcatoma señaló que es “víctima de persecución” luego de que se descubriera que su esposo, Manuel Elera Moquillaza, exsuboficial de la PNP y bisoño abogado, había conseguido jugosos contratos con el Estado en 2017, a pesar de estar prohibido, y haberse graduado apenas hacía unos meses.

En 2017, Elera es contratado por la Contraloría General de la República, dirigida por Edgar Alarcón. Elera trabajó los meses de mayo, junio, julio, agosto y octubre ganando cerca de 30 mil soles, sin ninguna experiencia previa y a siete meses de graduarse como abogado.

En octubre, con la entrada del nuevo contralor, Nelson Shack, Elera fue notificado que no podía ser contratado más por ningún ente del Estado debido a la Ley de contrataciones, que prohíbe que familiares de congresistas contraten con el Estado.

Toda esta situación involucra una historia pasada entre el excontralor Edgar Alarcón y la congresista Yeni Vilcatoma (y exprocuradora anticorrupción). Cuando Vilcatoma era presidenta de la Comisión de Fiscalización, en agosto de 2016, llegó una denuncia contra Alarcón por la compra de 90 autos de lujo entre 2002 y 2015 cuando era vicecontralor, lo que está impedido por ser funcionario público.

La denuncia del auditor Walter Grados contra el contralor Edgar Alarcón llegó al despacho de Vilcatoma, pero nunca fue revisada por el grupo de trabajo que presidía la congresista y pasó a la congeladora. Meses después su esposo debutaría como abogado para la Contraloría.

Luego de ser defenestrado por Shack, en noviembre de 2017, Elera fue contratado por el Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social por 9 mil soles, y luego por la Municipalidad de Lima como asesor legal experto por 30 mil soles de febrero a julio de 2019. Según esta última, Elera presentó una declaración jurada en donde señalaba no tener ningún impedimento para contratar con el Estado.

Contraloría, Midis y Municipalidad de Lima estaban siendo asesorados por un abogado delincuencial.