Histe(ó)ricas de la educadora feminista Dana Hart es la primera publicación de la recientemente lanzada editorial feminista Gafas Moradas, y en ella se relatan a manera de terapia psicoanalítica, conversaciones con tres grandes pensadoras contemporáneas, que influenciaron en la vida de las mujeres dejando una impronta en las futuras generaciones de feministas de todo el mundo.
Nos referimos a la escritora Virginia Woolf, la filósofa Simone de Beauvoir y la psicoanalista Melanie Klein, quienes sentadas en el diván de Hart, cuentan aquello que les atraviesa el cuerpo, sus dolores, sus traumas y sus dudas, sobre la base de temas largamente entendidos por las mujeres y que las vincula de forma extraordinaria en sociedades patriarcales: el miedo a vivir, la inutilidad del vínculo, las complejidades de la maternidad, entre otras.
Podemos escuchar a Virginia hablando de abuso y depresión, a Simone contando sobre el deseo de acuchillar ese malestar sin nombre, y a Melanie Klein expresando la tristeza y la violencia de la maternidad, “porque a veces una fiera más feroz de lo que imaginamos nos habita”. Todas ellas en una exploración y evaluación constante de sus vidas, al descubierto y siempre contemporáneas, siempre cercanas a los malestares que hasta hoy nos habitan, porque ellas no son Virginia, Simone o Melanie, son todas las mujeres, son cualquier mujer, más allá del tiempo histórico que habitaron.
“No somos histéricas, no somos histriónicas, somos históricas”, señala Hart, como leit motiv del libro, señalando todo aquello que han dicho de las mujeres para ocultar al verdadero causante de nuestras enfermedades: el patriarcado. La alusión a la superficialidad y el histrionismo, el diagnóstico de histeria y de locura nunca fueron casuales, eran dispositivos discursivos, por un lado, y médicos por el otro, para controlar, domesticar y encerrar los deseos de libertad de las mujeres. Esos deseos que, a pesar de todo, pudieron romper todas las cárceles humanas.