Luego de que a través de un perfil de Instagram llamado acosadoresdecineperuanocaera difundiera una serie de denuncias de acoso sexual contra el director de cine Frank Pérez Garland, que incluyen tocamientos indebidos, hostigamiento y chantaje con notas, este reconoció haber agredido a varias mujeres.

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A través de su cuenta de Instagram, Pérez-Garland respondió a las acusaciones pidiendo perdón y reconociendo que las acusaciones son ciertas. Añade que por mucho tiempo ha “seducido de manera intensa y en algunos casos invasiva a compañeras de trabajo y alumnas”. A estos actos, el director de cine llama “errores” y pide disculpas por el daño que causaba “inconscientemente” a sus 45 años.

Habría que aclarar que “seducir de manera intensa e invasiva” tiene una tipificación penal, se llama acoso sexual, y que el acoso sexual no es un “error”, es un delito sancionado en el Código Penal peruano, aún más cuando el acosador está en un lugar de poder al ser director o profesor cuando comete el acto de acoso. Al ser un delito, este se realiza conscientemente, hay premeditación y alevosía, no es espontáneo, ni inconsciente, ni casual, tiene un propósito, que es generar una gratificación sexual en el acosador, que refuerza su sentimiento de poder sobre determinadas mujeres. Al reconocer que ha acosado a alumnas y colegas, el Ministerio Público debería actuar de oficio y empezar una investigación.