El 15 de octubre el Gobierno peruano presentó el Sistema Nacional de Búsqueda de Personas Desaparecidas, que consta del Registro Nacional de Personas Desaparecidas (RENIPED), el Portal de Personas Desaparecidas, la Línea 114, y el Sistema de Mensajería de Alerta Temprana de Emergencia (SISMATE).

Si bien es importante el avance en la implementación de estas herramientas fundamentales para encontrar a las personas desaparecidas, diferentes aspectos muestran que se trata de un sistema aún incompleto, que debe ser fortalecido y actualizado con urgencia.

El sistema carece de enfoque de género en todos sus componentes, y no toma en cuenta la desaparición de mujeres como una modalidad especifica de violencia basada en género, que las expone a la violencia sexual, trata y feminicidio, lo cual debe abordarse de manera especial, a través de un protocolo de atención específico.

Según cifras del RENIPED, entre enero y septiembre de este año 8275 niñas y mujeres fueron denunciadas como desaparecidas, cifra que representa el 63,3 % del total de personas desaparecidas en ese periodo, y que afianza el hecho de que la desaparición de mujeres debe ser abordada de manera especial.

“Aunque el Gobierno implementó recientemente el sistema de búsqueda, aún se evidencia un mecanismo deficiente que incorpore adecuadamente una perspectiva de género en la investigación. Esto resulta preocupante, pues al no considerar una estrategia específica para las desapariciones de mujeres, se impide identificar los patrones e indicios de violencia basada en género y los motivos por los cuales las mujeres son desaparecidas. Abordar las desigualdades de género en las desapariciones de mujeres permitirá tomar conciencia sobre las reales dimensiones de esta problemática y sus efectos en la vida de las mujeres”, dijo Liz Meléndez, directora del Centro de la Mujer Peruana Flora Tristán.

En el caso del Portal de Personas Desaparecidas, hemos verificado que no están todas las notas de alerta, y que muchas de las que sí están publicadas presentan datos incompletos, como la ausencia de fotos u otra información relevante para la búsqueda. Asimismo, no presenta la información respectiva de las mujeres desaparecidas antes de 2018.

“La atención en casos de desapariciones de niñas y mujeres, que en estos momentos bordea las 30 denuncias diarias, no tendrá respuestas efectivas si no contamos con un verdadero Sistema Nacional de Búsqueda que registre y difunda todos los casos. La respuesta de las autoridades no puede ser pedirles a las familias que ellas mismas soliciten que sus casos sean registrados en el portal. Esa es otra forma de desaparecer a las mujeres, no solo desde una sociedad machista, sino también desde un Estado que les niega la búsqueda”, sostuvo Katherine Soto, fundadora de la organización Mujeres Desaparecidas Perú.

Sumado a ello, el RENIPED no cuenta con variables suficientes para poder cruzar datos que permitan entender la problemática o visualizar patrones que contribuyan al desarrollo de políticas efectivas para prevenir y enfrentar este problema. Se presentan rangos de edades de personas desaparecidas, pero no se diferencia por sexo, lo que invisibiliza el número de niñas y adolescentes que desaparecen, así como el rango etario de las mujeres en general.

Con respecto a la Línea 114, herramienta que sirve para recabar datos y pistas de personas desaparecidas, su uso no exime a las familias de formular las denuncias de manera presencial en las comisarías para que se emitan las alertas. En ese sentido, consideramos que es vital que se pueda reportar de manera inicial la desaparición de una persona en la Línea 114, y en el marco de un sistema integrado, iniciar la búsqueda de manera inmediata. 

Sistema de búsqueda y acceso a la justicia

Es fundamental fortalecer el sistema de búsqueda, pero también la debida diligencia en cada caso, para que la policía y los agentes judiciales actúen de manera inmediata y con perspectiva de género. “A mi hija la encontramos nosotros. Las autoridades casi no nos ayudaron a buscarla. Tuvimos que enfrentar la indiferencia y el machismo de todas las instituciones. Ahora seguimos luchando por justicia para ella, pues parece que al sistema judicial no le interesan los derechos de las víctimas. El sistema de búsqueda es un avance, pero no es suficiente sin acceso a la justicia”, dice Rosario Aybar, madre de Solsiret Rodríguez Aybar, activista feminista, quien cursaba el último año de Sociología, desaparecida en agosto de 2016. Tras casi cuatro años de búsqueda, en febrero de este año fueron hallados una parte de los restos de la joven.

En la misma línea, Norma Rivera, madre de Shirley Villanueva Rivera, ingeniera geográfica de 24 años, desaparecida en marzo de 2017, subraya que los operadores de justicia dejan solas a las familias en la búsqueda de sus seres queridos. “A las autoridades les resulta más fácil decir que mi hija se ahogó, sin pruebas, y no buscarla. Este caso podría tratarse de un feminicidio. Sigo buscando a mi hija porque el Estado no lo hace, y prueba de ello es que no aparece en el RENIPED. Estamos en un proceso de acción de amparo y exigimos que el caso se revise nuevamente”, señala. 

Nelly Cerna, de 32 años, madre de cuatro menores de edad, desapareció en Trujillo, en 2017. Su madre y su hermana la siguen buscando. “Desde que denunciamos su desaparición hemos enfrentado comentarios machistas y diferentes problemas para que la busquen. La Fiscalía archivó el caso porque no encontró el cuerpo. Nosotras queremos saber la verdad, qué le pasó, dónde está. Nos dicen que tenemos que ir a Lima, pero somos de recursos económicos bajos. Pedimos que se reabra el caso”, dice Alicia Cerna, hermana de Nelly.

Finalmente, Marina Navarro, directora de Amnistía Internacional Perú, sostiene que deben eliminarse los obstáculos que impiden que las víctimas y sus familiares obtengan justicia. “No se puede enviar un mensaje de tolerancia ni de impunidad frente a la desaparición de mujeres. Los agentes estatales deben garantizar que se haga todo lo necesario para buscarlas, pero también para que se conozca qué sucedió, asegurando una investigación justa e inmediata, así como las sanciones a quienes resulten responsables”.

Búscalas

Bajo el lema ¡Búscalas!, Amnistía Internacional, el Centro de la Mujer Peruana Flora Tristán y la organización Mujeres Desaparecidas Perú se unen en una campaña para erradicar esta grave violación de derechos humanos, sensibilizar a la sociedad y a los servidores públicos sobre este problema, y demandar al Ejecutivo la implementación de un Sistema Nacional de Búsqueda efectivo e integral, así como de un protocolo interinstitucional específico de actuación para los casos de mujeres desaparecidas, que garantice una investigación inmediata, con enfoque de género.

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