Las trabajadoras sexuales organizadas anunciaron que este sábado 26 de febrero marcharan en protesta por la continua victimización que sufren de parte de mafias organizadas que las extorsionan y asesinan si se reúsan a realizar los pagos que les exigen para seguir laborando, situación que la policía conoce, pero sobre la cual no mueve ni un dedo, pues también están coludidos con estas mafias.

Las trabajadoras sexuales señalan que han denunciado estos hechos desde el 2004, han pasado 18 años y la situación se ha agravado con la migración venezolana, lo que ha originado que las mafias de extranjeros amenacen a las peruanas para desplazarlas y darles más espacio a las mujeres venezolanas, muchas de las cuales están en situación de trata y explotación sexual. Todo esto en complicidad con la policía, que se burla de las denunciantes y las orilla a poner en riesgo sus vidas.

Por ello saldrán a marchar. El punto de encuentro es la Plaza San Martín a partir de las 5 de la tarde. Su lema es “Trabajadoras sexuales libres de violencia”.

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Ellas se han pronunciado a través de la organización Miluska Vida y Dignidad, y hacen un llamado

Las trabajadoras sexuales históricamente hemos sido víctimas de las mafias organizadas de extorsión y muchas de nosotras hemos sido asesinadas por reusarnos a pagar cupos, esto es sabido por la policía desde siempre, no es nuevo, tenemos una larga lista de compañeras que han sido asesinadas y otras sobrevivientes que cuentan como las violentaron por negarse a pagar; sin embargo, también es sabido por nosotras la forma de operar de estas mafias, muchas de ellas coludidos por malos elementos policiales que permiten esto porque reciben parte de las ganancias.

Esto ha sido denunciado por la organización desde el 2004, han pasado 18 años y la verdad que se ha desbordado, con la migración venezolana aparecieron las mafias criminales de los malos extranjeros, desplazando a punta de armas en mano a las trabajadoras sexuales peruanas, ganando terreno para colocar a las extranjeras, muchas de ellas víctimas de trata y explotación sexual en su lugar.

Esto como organización también hemos denunciado en ocasiones múltiples sin éxito, nos dicen que no somos las víctimas, que son las víctimas las que tienen que denunciar, pero cuando conseguimos que la víctima se empodere y que superen el miedo para que denuncie, los policías nos dicen que no pueden aceptar las denuncias porque “NO TENEMOS PRUEBAS”, no tenemos el nombre de las cabecillas de las mafias, porque ellos operan con alias, no tenemos videos ni audios, nos dicen que es muy difícil pedir los videos de las cámaras de seguridad que tienen los municipios, nos mandan a grabarlos, exponiendo nuestras vidas porque el servicio de inteligencia está muy ocupado atendiendo “otros casos”.

Les hemos brindado los números de teléfonos de los extorsionadores y de los policías violadores, pero nos dicen que es muy difícil levantar el secreto de las comunicaciones, por último, nos dicen que si sabemos que existen estas mafias y no queremos pagar, que nos vayamos a otro sitio a trabajar, si sabemos que en esos lugares no está permitido trabajar sin un permiso de los extorsionadores, la policía tampoco da esos permisos, burlándose de nosotr@s.

Esto ha desbordado, si en algún momento las mafias de extranjeros y peruanos tuvieron algún tipo de acuerdo, esto ya no va más, ahora las mafias venezolanas quieren cobrar cupos a las peruanas y estamos amenazadas de muerte si no nos sometemos, nos han hecho llegar un comunicado que a la letra dice:

‘De ahora en adelante los cupos serán cobrados por los extranjeros y la peruana que no quiera pagar sufrirá las consecuencias, las agarraremos como ejemplo para que sepan con quién están hablando.

Los extorsionadores peruanos y venezolanos, las mafias de malos elementos policiales, de instituciones del Estado, la indolencia, falta de voluntad política del gobierno para reconocer que la prostitución existe y que la ejercemos seres humanos, en su mayoría madres cabezas de familia, nos han colocado en un alto grado de vulnerabilidad extrema donde nuestra vida no vale nada y esto es bien aprovechado por estos criminales.

Le pedimos al presidente Castillo que tome cartas en el asunto, necesitamos el reconocimiento del trabajo sexual, la descriminalización de las personas que la ejercemos y reducir las mafias que se han tejido alrededor.

Solicitamos a la ministra de la Mujer atender nuestra problemática, indistintamente de ser trabajadoras sexuales, en su mayoría somos mujeres que tenemos derecho a tener una vida libre de violencia.

Organización de trabajadoras sexuales Miluska Vida y Dignidad Coordinadora Nacional de Trabajadoras sexuales del Perú.