Observar los números sobre los abortos en el Perú, esas cifras a las que los ‘defensores de la vida’ le dan la espalda porque les sujeta de los hombros y sacude, no debería sorprender: mil abortos diarios.
Hoy —sobre todo hoy—, Día Internacional de la Acción por la Salud de la Mujer, el tema apunta a los abortos clandestinos; los que se realizan en condiciones insalubres, en ambientes sin mínimos estándares médicos y hecho por personas que no tienen la competencia necesaria. Esto coloca a mujeres de bajos recursos cara a cara con la muerte.
En el año 2015 se reportaron 414 muertes maternas, pero sin un número exacto causados por abortos clandestinos. Sin embargo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) estimó, en 2008, que en Sudamérica el 13% de estas muertes fueron causadas por abortos inseguros.
Se calcula que en nuestro país hay cerca de 30 mil hospitalizaciones al año por la práctica de abortos clandestinos. Estos provocan la muerte de casi 60 mujeres. ¿Les importa esa cifra o esperan que suba?
No es difícil encontrar en todo el país varios carteles —pegados en postes y paredes— ofreciendo soluciones al ‘atraso menstrual’ a un precio que va desde los 200 soles y que no supera los 500 soles. El único requisito: llevar la prueba de embarazo.
En noviembre del año pasado se supo de la muerte de una menor de 11 años en Chiclayo, Lambayeque. Ella se sometió a un aborto clandestino, obligada por su primo de 18 años, a quien se le imputó el delito de violación sexual y aborto sin consentimiento. Tras el pago de 18 mil soles, él y sus padres (culpables por exposición al peligro de persona dependiente) fueron liberados.
La palabra
Susana Chávez, directora de Promsex, decía que “Negar el aborto o tratar de ignorarlo como un hecho en la vida las mujeres es un absurdo, sería tanto como decir que en el Perú no existe discriminación o pobreza, cuando éstas nos golpean día a día. Juzgarlo socialmente y penalizarlo tampoco ha sido un disuasivo para que las mujeres no recurran al aborto, pues ha sido una práctica muy antigua y probablemente lo seguirá siendo aún por mucho tiempo, querramos o no, y esto sobre todo en contextos de políticas de Estado que impiden o limitan las decisiones reproductivas de las mujeres”.
Días como hoy se le recuerda al Estado que debe implementar acciones para visibilizar el impacto por discriminación en la salud de las mujeres; que tengan derecho igualitario a la salud, igualdad de oportunidades, libres de cualquier forma de violencia, y que puedan tomar decisiones sobre su cuerpo, salud, sexualidad y reproducción. Con autonomía y libertad.