Este 30 de enero, en el Penal de Lurigancho, se realizará la lectura de sentencia contra Pascual Cusilayme Yanqui por su complicidad en el robo y posterior muerte del Félix Gonzales Victorio, debido a que el 23 de enero, como estaba programado, no se presentó Alex Mejía, el autor material del asesinato. La familia Gonzales teme que se haya fugado. Hasta el momento no hay ningún detenido por el crimen en la Notaría Paino.
El caso Paino
El 20 de febrero de 2013, Pascual Cusilayme Yanqui llegó a la notaría Paino con un maletín que contenía 270 mil soles, ese dinero era para comprar una casa en Magdalena del Mar. Dentro de la notaría lo esperan su hijo Luis Alberto Cusilayme Mamani y los hermanos Félix y José Gonzales Victorio, con quienes iba a suscribir la escritura de compra. Pero todo era raro en el comportamiento de Cusilayme, antes de entrar se detuvo a hablar por celular por tres minutos, asegurándose que llegaba un auto plateado, cuando entró a la oficina, no se sentó en la única silla libre, sino que prefirió quedarse de pie. Un minuto después entran tres asaltantes encapuchados, uno se queda en recepción y dos entran a la oficina en donde se supone iban a finiquitar el negocio. Cusilayme retrocede intentando proteger el maletín y le cae un disparo en la pierna, Félix Gonzales Victorio se tira al suelo, pero una bala le impacta en el rostro. Los asaltantes escapan y los heridos son llevados a una clínica, en donde Gonzales fallecería.
El plan
Pascual Cusilayme Yanqui estaba interesado en comprar un predio perteneciente a los Gonzales, con el valor de US$3.700.000, y para ello formó la empresa Real Plaza Magdalena Group SAC junto con cinco socios. El primer pago que la empresa debía efectuar era el pago del impuesto de alcabala que ascendía a 270 mil soles, cada socio tenía que aportar 46 mil soles y este pago se realizaba en una notaría con cheque de gerencia y si se pasaba la fecha del acuerdo tenía que pagar una cuantiosa mora.
Cusilayme llamó el 20 de febrero a los hermanos Gonzales para firmar el contrato afirmándoles que ya había pagado la alcabala, los hermanos llegan y una hora después llega el hijo de Cusilayme, quien les comenta que ya está llegando su padre con el dinero. Estos se sorprenden pues creían que el pago ya estaba hecho y porque no se pagaba con dinero al contado, sino con cheque de gerencia. Cuando este llega, le increpan que haya llevado el dinero y es ahí que entran los asaltantes, directamente hacia esa oficina.
Según la Fiscalía, Cusilayme lo había planeado todo para quedarse con el dinero de sus socios, entre sus pruebas están una tarjeta encontrada a Álex Mejía Espinoza que refiere al atraco: ‘Nota Paino Aramburú 668 Cholo Cusi’, una tarjeta con el teléfono de Mejía en las pertenencias de Cusilayme, y las llamadas telefónicas efectuadas desde el teléfono de Cusilayme a Mejía.
Cusilayme permaneció detenido cinco meses en Piedras Gordas y en agosto de 2013 se le permitió afrontar el proceso con comparecencia restringida. El 2016 empezó el juicio oral y el 17 de febrero de 2017 fueron condenados Cusilayme y Mejía, como autor intelectual y material del asesinato de Félix Gonzales, a 15 años de cárcel, pero Cusilayme apeló, el caso subió a la Corte Suprema, y esta anuó la sentencia señalando que la acusación fiscal no estaba bien planteada
Tres años después, este 30 de enero, tal vez por fin Félix Gonzales pueda descansar en paz. La Cuarta Sala Penal para Reos en Cárcel tiene la palabra.
El proceso judicial
Una de las hijas de Gonzales narra el vía crucis que han tenido que pasar para poder encontrar justicia para su padre y las diversas irregularidades que han enfrentado en el proceso:
“Después de casi 6 años del asesinato de mi papá, por fin se dictará sentencia este 23 de enero. Mi familia y yo seguimos confiando en que la justicia cumplirá su papel y castigará a los culpables. Tanto la Policía como la Fiscalía hicieron su trabajo, encontraron la relación entre Pascual Cusilayme y Alex Mejía -acusados de tramar el robo-, además de visualizar en las cámaras de seguridad la actitud sospechosa del acusado Cusilayme el 20 de febrero de 2013 fuera y dentro de la Notaría Paino y confirmar la participación de Mejía. Además, nadie se explica, ni el mismo acusado, por qué llevó dinero en efectivo para el pago de la alcabala cuando el abogado de la notaría le dijo expresamente que no lo llevara. ¿Por qué citó a mi papá y hermanos el 18 y 20 de febrero en la notaría cuando bien sabía que no había pagado la acabala -requisito fundamental para cerrar la venta- y que no lo podría hacer porque una se sus socias no hizo el pago? Es decir, el Sr. Cusilayme no había pagado la alcabala y tampoco tenía el dinero para hacerlo, sin embargo citó a los vendedores. Según la Fiscalía todo estuvo planificado al detalle, fue el 18 de febrero cuando se puso el plan en práctica y el 20 se ejecutó.
Solo queda a la 4ta. sala Penal para Reos en cárcel en la Av. Abancay sentenciar a los acusados. Sin embargo, situaciones irregulares vuelven a suceder durante este juicio oral, al igual que en el 2017, cuando ambos fueron sentenciados, pero se anuló y todo volvió a empezar.
Solo para mencionar algunas joyas:
- El Sr. Cusilayme no se presentó a la lectura de sentencia el 17 de febrero de 2017 porque ya sabía que iría preso. ¿Cómo es esto posible?
- Huyó. Se escondió por meses obstruyendo a la justicia sin que la Policía lo busque. Cuando acudíamos a la Comisaría, los policías argumentaban que no podían detenerlo -a pesar que sabían dónde se escondía- con miles de excusas, también nos pidieron para la gasolina. No quisieron detenerlo. ¿Cómo a un empresario «honesto» no le importa cumplir una orden judicial?
- Se enteró antes que notificaran a las partes procesales que se anularía la sentencia del 2017 y se paseaba por el Mercado de Magdalena ¿cómo consigue esta información confidencial antes que cualquiera? ¿Cómo una persona que se presume inocente se esconde de la justicia y sabe antes que los propios abogados el desarrollo del proceso?
- Respecto a Mejía, todo el juicio estuvo preso por tenencia ilegal de armas, no por nuestro caso. Ya está libre.
Ahora, en 2019, el teniente Clavijo buscó a mí abogado la semana pasada para informarle que está siendo una víctima más. Clavijo se encargó del atestado policial y denunció en el juicio oral que el abogado de Cusilayme de ese momento -porque ha tenido alrededor o más de 10– quiso sobornarlo. Lo dijo hace unas semanas en sus declaraciones como testigo y ahora es denunciado por Cusilayme por daños y perjuicios ante la inspectoría de la PN. ¿?
¿Cómo no preocuparnos por la transparencia de este proceso si quieren amedrentar a quien denuncia la verdad? Y peor aún, hacerse la víctima.
- La defensa de Cusilayme solicitó la recusación de dos vocales de la sala penal como una forma de amedrentar a la sala. ¿Se tornará ahora más flexible? Es lo que tememos según las últimas audiencias.
- Tomando en cuenta que son los mismos medios probatorios presentado por las partes procesales en ambos juicios orales -el anulado y el actual- deben ser sancionados penalmente los inculpados Cusilayme y Alex Mejía nuevamente.
- En la sentencia de febrero de 2017 fue por unanimidad y la pena que se le impuso a ambos fue de 15 años de cárcel.
En febrero serán 6 años de que no tenemos a papá, viviendo en pie de lucha entre el penal de Lurigancho y la Av. Abancay, entre amenazas y cansancio emocional, solo esperamos por fin tener justicia que tanto le hace falta al país en estos días que nuestro Poder Judicial solo nos hace sentir vergüenza, que la delincuencia ni el poder del dinero manipulen la justicia. Este es el ‘Año de lucha contra la corrupción e impunidad’, que así sea”.
El dato
Sobre las mentiras de Pascual Cusilayme en alegatos finales del 23/1/19: https://youtu.be/z8S0LpdtZjg
- Dice que nunca conoció fiscalía y jueces. Falso, porque tuvo juicio con Plaza Montevideo.
- Dice que siempre tuvo el dinero para el pago de alcabala. Falso, porque su socia Lourdes Chambi declaró en el juicio oral que nunca depositado dinero a Real Plaza Group para el pago de alcabala.
- Dice que siempre fue a las audiencias. Falso, no fue a la lectura de la sentencia y estuvo prófugo nueve meses.
- Dice que no existen medios probatorios. Falso, porque tenía el teléfono de Álex Mejía, citó dos veces en dos días diferentes y en la misma oficina de toma de firma a las tres de la tarde a las compradores; y estuvo parado un minuto frente a los ladrones en los exteriores de la notaría sin que le roben.
