El 50.5% de la población peruana atraviesa una situación de inseguridad alimentaria. Unos 7 millones de peruanas y peruanos sufren hambre grave. Una nueva crisis para el país, una crisis alimentaria.

El elemento principal para que el hambre ataque a las familias es la pobreza, que en nuestro país se habría disparado al 30% en el 2022. Durante todo el año pasado, se reiniciaron distintas actividades económicas que fueron afectadas por las restricciones de la pandemia de la COVID-19. Esta reactivación económica presentó particularidades que tuvieron resultados favorables e inmediatos en algunos sectores y un lento avance en el nivel social menos favorecido. La crisis económica producida por la pandemia continúa afectado a los hogares peruanos con menos recursos.

Un reporte del Instituto Nacional de Estadística e Informática – INEI dio a conocer el índice de precios al consumidor solo de Lima Metropolitana (en 2022). La cifra se elevó en 8.46%, un resultado superior a las variaciones normalmente registradas en los últimos 26 años.

Especialistas señalan que, de confirmarse esa proyección, significaría nuevamente un atraso de 10 años en el país. Así tenemos que las cifras de pobreza económica alcanzó en 2017 un 21.7%; en 2018 fue 20.5%; en 2019 de 20.2%; en 2020 llegó a 30.1%; y en 2021 bajó a 25.9%.

Es importante resaltar que en 2021 la desnutrición crónica afectó al 11,5% de las niñas y niños menores de cinco años de edad en nuestro país. En el área urbana, la desnutrición crónica alcanzó al 6,8% de las niñas y niños menores de cinco años de edad y en el área rural afectó al 24,4%. Los departamentos que más sufrieron de una mayor incidencia de desnutrición crónica fueron Huancavelica, Loreto y Cajamarca.

Y si hay desnutrición, hay anemia. La prevalencia de insuficiencia de hierro en la sangre en la población de 6 a 35 meses de edad fue de 38,8%, con mayor proporción de casos en el área rural (48,7%), que en el área urbana (35,3%). A nivel departamental, incidió en mayor proporción en las niñas y niños del departamento de Puno (70,4%), Ucayali (60,8%) y Madre de Dios (58,4%).

Desnutrición crónica afectó al 11,5% de las niñas y niños menores de cinco años de edad (Imagen: UCI)

Congreso de espaldas a la realidad

Con estas cifras que preocuparían a cualquier gobierno, a mediados de febrero nos enteramos que gracias a una adenda firmada en diciembre de 2022, nuestros congresistas podían disfrutar de un buffet y consumir hasta 190 soles por persona solo en alimentación y cubierto totalmente con el presupuesto del Parlamento. El repudio de la población tras revelarse el hecho provocó que los hambrientos legisladores depusieran sus cucharas y tenedores.

Para enfrentar esta realidad, se ha convocado a los gobernadores regionales para que planteen políticas nacionales para combatir la crisis alimentaria que atravesamos. Cusco será sede de la primera Cumbre Nacional de Gobernadores Regionales “Hambre Cero”.

El Gobierno Regional Cusco es quien impulsa esta actividad para abordar la temática de soberanía alimentaria del Perú, se establezcan acuerdos, convenios, cartas de entendimientos y otros mecanismos de adhesión que permitan la implementación de políticas regionales.

La Cumbre Nacional se llevará a cabo los días 30 y 31 del marzo, en el Paraninfo Universitario de la UNSAAC. Según los organizadores, será un espacio de diálogo y reflexión para erradicar la pobreza en todas sus dimensiones y combatir el hambre y la desnutrición materno-infantil, procurando lograr una soberanía alimentaria sana, nutritiva y suficiente en las poblaciones vulnerables, mediante propuestas basadas en la realidad regional y macro regional.

Video promocional:

Cumbre “Hambre Cero” (Video: GORE Cusco)

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